lunes, octubre 31, 2011

La incorrección de Shariel


Por: Xavier Jordán A.

Acabo de hacer un descubrimiento súbito. Se llama Shariel Baptista y escribe que da miedo. Los que la conocen me dirán que estoy retrasado, que su primer libro salió el 2009, que ya va por la segunda producción y que me vaya a bañar la nutria por retrasado e ignorante. Está bien, lo admito. Pero quiero dejar constancia que si no estoy al tanto de todas las “nuevas” producciones ni de los “jóvenes y nóveles” escritores de nuestro medio es, fundamentalmente, porque cada vez son más. Aparecen como plagas en todo lado y uno ya pierde la capacidad de estar al tanto de las “novedades” de nuestro mundo intelectual. Lástima, por un lado, pero por otro, bien también. Porque no me van a negar que no todas las “jóvenes promesas” ni son jóvenes ni son promesas. Hay mucha repetición, hay mucha emulación de escritores beatificados, hay mucha narrativa elemental, mucha ausencia de sorpresa y, claro, uno anda sospechando de todo, poniéndose contra la pared cada que le hablan de la “nueva revelación” de la literatura local. Me temo que este no es el caso. Acá se perfila talento que derivará en oficio. Irremediablemente.

No es mi intención en este artículo comentar las bondades literarias de Shariel. No quiero hacer una crítica, no quiero hablar de su manejo del idioma, de las figuras, no pretendo ponerla en comparación con grandes narradores, no me alienta desestructurar el texto en ánimo de comprender la metáfora de la vida. Por lo que leí, otros y mejores lectores y críticos ya lo hicieron. No voy a mejorar en nada la imagen que ya se gestó por sí sola redundando sobre lo mismo. A mí lo que me llama la atención son otras cosas y todas ellas transversalmente guiadas por una certeza: tiene una originalidad incorrecta. Y por el título que tiene esta columna ya se imaginarán ustedes que eso, para el arriba firmante, es una tentación inapelable. Más aún porque no hablaré de ella como escritora sino de ella en cuanto a lo que se nos representa en sus textos. Está deambulando caminos que van entre lo sistemáticamente oscuro y lo extremadamente conmovedor. Las situaciones en las que sumerge a sus personajes y el ambiente que los rodea son desconcertantes. Lo mejor de todo es que se ríe de ellos.

Ramón Rocha acuñó una frase digna del Chueco Céspedes. Cierta noche aciaga comentábamos sobre lo nociva que había sido la influencia de Jaime Sáenz en la “joven narrativa”. Todos querían escribir sobre la noche, sobre la muerte, sobre el dolor, sobre el espanto. A tal punto, decíamos, que la literatura celebratoria, la de la belleza, la risa y la alegría se había desprestigiado de tal manera que, sólo ingresando en las dinámicas de los bajos fondos y pasiones, serías digno del Parnaso. Todos quieren ser Sáenz y sufrir en la noche, borrachos y viendo fantasmas. Y ahí, el Ramón, después de una pausa y como el campeón de esgrima que es, me soltó: “Y a mí no me gusta, hermano, esa literatura de T’aparankus”. Por eso cuando leí sus lindos comentarios sobre la obra de Shariel Baptista, sentí una complicidad maliciosa. Baptista está convirtiendo a Jaime Superstar en una multicolor y fascinante mariposa. Qué cosa más deliciosa leer con cuánta impunidad lo que se estaba sacralizando en el ambiente literario, encuentre en el sentido del humor, en la chispa cotidiana, en las ganas de vivir, un reducto de pleno goce, tan bien escrito y con tanta irreverencia.

Y no es que esos temas obsesivos de la nocturnidad no estén inmersos, de alguna manera, en la obra de Shariel. Están. Sólo que planteados con una tonalidad lúdica de campeonato. Por ejemplo la historia de Clement Dufraisse, un aventurado franchute que va a parar con sus huesos a los Yungas y muere en accidente colosal. Como era natural, el alma de Dufraisse se acongoja ante la evidencia de que tendrá que vagar el más allá en medio de parajes remotos lejos de su París “llena de luces y desamores en francés”. Y con todas las dificultades que eso conlleva empezando por el idioma y terminando por la ausencia de manjares como “les croissants”. Así que, en su vagar en pena, acompañado de las almas que perecieron junto a él en ese fatídico viaje, terminan por caer en un pueblito donde logran apaciguar su tránsito en una modesta celebración popular a la cual, las almas se sumaron y “comieron cuanto pudieron, dejando huecos los platos intactos de sopa, frutas, tantawawas y bizcochos, compartieron las tutumas de chicha de durazno, el guarapo…” Etc. Un festín. Qué habrán hecho en el pueblo tales ajayus pluriculturales que al día siguiente los vivos andaban en estado de confusión total preguntándose a qué se debía tanto desastre. Y claro, era natural que el amartelo del franchute desapareciera al tercer guarapo cuando comentó que “era francés de nacimiento pero boliviano de fallecimiento”.

La narrativa de la incorrecta Baptista está plagada de frases felices. En realidad es una colección de aguijonazos que brillan por originales, por traviesos y por compactos: “La verdadera felicidad visitaba por primera vez a Adelaida en su propia casa. Pero ella muy amablemente le cerró la puerta”. Diciendo. Ese tipo de mordacidad acompaña perfectamente sus historias extravagantes, en veces, y muy cotidianas, paradójicamente. Hay un cuento que se llama “Salven al niño” que va relatando el malestar que siente un padre ante su wawa. Todo le molesta al paterfamilias del neonato. Su aspecto, su color, su olor, sus gestos… Y ¿qué quieren que les diga? Uno se va identificando con el horror que siente el pobre hombre ante ese engendro del demonio recién nacido. Memorable es también la historia del tipo que salva su vida por cambiar de lugar con otro por culpa de una viga que atascaba la puerta de huída y “Desde entonces, se ha abandonado en las manos de su Dios, a quien cree único poseedor de las coincidencias y las vigas atascadas”. La señorita Shariel Baptista está más loca que una cabra y eso le da a su literatura una frescura endemoniada, una sagacidad potente en el relato y un valiosísimo destino de escritora incorrecta. O sea de las que valen la pena. Quiero mencionar otra frase contundente, que aunque pertenece al cuento más normal, al más de contenido social, al menos incorrecto, no deja de ser una frase bien puesta y tremendamente sugestiva: “Mi nombre es Galaiel y soy un ángel a sueldo”. Dixit. El ángel, en realidad, es esta mina que escribe lejos de los barroquismos propios de nuestros pagos, muy lejos de las pretensiones grandilocuentes y tremendamente distante de los impostores de turno y de los t’aparankus. Se llama Shariel Baptista y escribe que da miedo.

Fuente "Revista Cultural La Ramona/Cochabamba"

domingo, octubre 30, 2011

Natalia Chávez Gómez da Silva y su primer libro de cuentos llamado "Humedad"





Los cuentos de este libro cuentan realidades que son reconocibles para el ciudadano de la aldea global que es este planeta.Con un lenguaje fulminante y unas metaforas llenas de ironia,los personajes nos transmiten unas aventuras llenas del urbanismo cruceño de prinicipios del nuevo milenio,este libro de cuentos logro ganar el premio nacional de literatura de Santa Cruz de la Sierra/2010 y los cuentos que lo integran demuestran que fue un premio merecido porque la evidencia esta clara : Literatura de mucha calidad,cuentos deluxe....

Palabras de la autora del libro

"La escritura me suena a un juego de armar con infinitas combinaciones de las piecitas que vienen en la caja. Las letras se juntan en palabras y las palabras se acomodan y reacomodan y se borran, repiten, se organizan en frases, conspiran solitas o de a montones. Y tiene sentido. Cualquier combinación tiene sentido, para uno mismo o para el mundo; para el mundo a través de uno".

sábado, octubre 29, 2011

Si aún queda llanto en tus ojos : Novela de Miguel Castro Arze


Al inicio de la Guerra del Chaco, que entre 1932 y 1935 enfrentó a Bolivia y Paraguay, se produjo la batalla de Boquerón que en realidad fue el sitio de tropas del ejército paraguayo a 619 soldados bolivianos comandados por Manuel Marzana. Durante 23 días, en medio de cruentos combates, se privó a los sitiados de refuerzo y aprovisionamiento. Cuando cayó el fortín, en septiembre de 1932, los sitiadores con espanto y dolor comprobaron que los sitiados se encontraban en las más lamentables condíciones.

Breve Bio del autor

Miguel Castro: Estudió derecho y antropología, trabajó acompañando a comunidades indígenas en el Gran Chaco Americano y actualmente trabaja en la Fundación AVINA. Tiene diversas publicaciones sobre temas de desarrollo, territorialidad e identidad indígena.

viernes, octubre 28, 2011

Detrás de las paredes: El secreto del conventillo



“Donde hay un muro por delante y por detrás

abundan la murmuración,

la envidia y la conspiración mutua”

Rabelais Gargantua

Año: 2011, Cochabamba, Editorial Serrano

SOBRE LA NOVELA GANADORA DEL PREMIO “MARCELO QUIROGA SANTA CRUZ” 2010

Por: Lourdes saavedra

La novela El secreto del conventillo, del escritor y pintor cochabambino Freddy Ayala Vallejos, es un relato minucioso, descriptivo y melancólico que nos transporta por la paradigmática década de los 50, marcada por la Revolución Nacional, las dramáticas historias respecto a las milicias, los cupos, las tardes de cine y paseos en bicicleta.

Con una depurada ambientación del conventillo, que representa una urdimbre de historias del “El Castillo” como documento espacial del proceso de urbanización y tugurización que experimentó la ciudad de Cochabamba a mediados del siglo XX, retrata: “vecinos sin fronteras de calles ni plazas, no había timbres que tocar, no era necesario pedir permiso para visitar a nadie, bastaba caminar unos pasos para estar en otra vivienda”. La novela es un relato coral de la vida de los “once”, las desventuras amorosas de Selva y Rafito y un aire de ingenuidad e inocencia interrumpido por la malicia del mundo adulto. Ayala ya destacó en narrativa con sus libros Salmuera Telúrica y Rueda de Humo, también en poesía con Astral y Hebra de Humo. Con El secreto del conventillo el autor obtuvo el IV Premio Nacional de Novela “Marcelo Quiroga Santa Cruz”, convocado por la Alcaldía de Cercado en 2010.

En este libro galardonado destaca la posibilidad de conocer las vivencias infantojuveniles de una generación que, enfrentada a la incertidumbre del nuevo proyecto de “nación”, “Ahora se echaba llave a las puertas de nuestras residencias”. “El Castillo se llenó de fantasmas más que nunca”, agrega el escritor. La apuesta narrativa del literato se aleja de la novela histórica tradicional como género solicitado para abordar sus inquietudes, entonces tiene una manera casi testimonial de plasmar y construir personajes como “El pelucas”, un miliciano que empieza a torturar y acechar a los vecinos; Abdala, confidente del primero pero simultáneamente amante de su mujer, o Jaime con su pasión radiotécnica. Estos sujetos nos revelan la condición humana que denota la elección del intimismo vecinal para contarnos la historia con minúscula, esa que tiene su veracidad en la vida cotidiana, no solo en los grandes acontecimientos de la historia oficial boliviana.

Otro punto a favor es el manejo del lenguaje para debatir el futuro del país y la comidilla de chismes alrededor del conventillo. Lo coloquial es un recurso para describir los secretos que angustian y estimulan a sus habitantes, ya sea la Radio Clandestina, los operativos de la UTCH o los amores clandestinos. De manera similar a la novela de Adela Zamudio “Intimas”, vemos cómo la política del chisme es también una forma elocuente de tejer-destejer historias.

El final de la trama es un tanto predecible, no puedo asegurar que sus personajes tienen el desenlace que se merecen. La muerte, la novela policial, la tragedia o la epistemología de la desventura no son la meta final de este relato. Lo que sí nos ofrece Freddy Ayala es la sumatoria de historias que busca retratar una época, donde los héroes son los vecinos, los forasteros de lejanas tierras que llegan a esta ciudad, los comerciantes y las familias que detrás de sus paredes nos revelan: los secretos del conventillo.

Fuente : " La Ramona,Revista Cultural/Cochabamba"

jueves, octubre 27, 2011

Antologia de Carlos Rimassa : Cuentos de los integrantes de "Escritores Unidos"



Carlos Rimassa se ha tomado el trabajo de reunir los cuentos de todos los escritores que forman parte de el grupo literario conocido como "Escritores Unidos",en el presente libro antologico se reunen diferentes formas de narrar el múndo caotico en el que hemos nacido.



Rimassa logra una obra de gran calidad destinada a provocar diferentes criticas en el lector y en la critica especializada,reunir cuentos y elegir los temas que formaran parte de una antologia es una labor titanica que requiere muchas veces la complicidad de ver muchas madrugadas sin haber dormido.




Disfruten de este libro de colección,es una obra realmente ambiciosa...

miércoles, octubre 26, 2011

Shariel Baptista y su segundo libro de cuentos llamado "Humano"





La escritora Shariel Baptista presentó su segundo libro titulado "Humano", que se caracteriza por una serie de cuentos que salieron de la imaginación de la autora.

"Hasta el momento, en mi carrera de escritora, solo me dedicaba a la poesía y también cuentos. Este libro (Humano) hay más ficción, fantasía, con personajes que son almas y espíritus", aseguró.

Dijo que su segundo libro, es un poco más maduro a diferencia de su primera obra "Confesiones de esta vida, la otra y la del más allá". La autora asegura que ha desarrollado distintas técnicas, más experimentadas.

"Hay cuentos en los que hablo en varias formas narrativas, en diferentes puntos de vista, hay también un cuento que se llama Simón. Son cuentos más experimentados, más atrevidos, más osados. También la temática he querido hacerla más atrevida, más rebelde", afirmó.

Reiteró que en el libro "Humano" expresó todos sus sentimientos que le dio la humanidad, amor, odio, perdón, rencor.

"Tenemos diferentes modos de ver la realidad, en las mismas circunstancias una persona no puede reaccionar igual, eso es porque todos somos diferentes, somos seres humanos y por eso podemos albergar todos esos sentimientos", manifestó.

Los cuentos también están basados en los "giros" o "decisiones" que toma una persona, cuando decide estudiar una carrera, decide casarse o no, tener hijos o no. Acotó que son esas decisiones las que irán forjando una vida, un destino, ya sea éste para bien o para mal.

"Mucha gente ha tomado las decisiones incorrectas, de ir a algún lugar, justo se accidenta, son cosas así que pasan por nuestro destino, por nuestras decisiones, por nuestras oportunidades de aprovechar o no aprovechar", señaló.

Las autoridades de la Universidad Técnica de Oruro, vieron con beneplácito que una de sus estudiantes haya logrado plasmar una nueva obra, lo que significa, cobijar en su seno a gente que produzca intelectualmente, lo que es una elevación del espíritu, afirmó el vicerrector, Max Terán.


Fuente de la informacion : "Periodico La Patria/Oruro"

martes, octubre 25, 2011

ENTREVISTA A IVAN PRADO SEJAS, ESCRITOR DE CIENCIA FICCION : "Sin la mujer no existiría el Universo. ¿Te imaginas un cosmos sólo de varones?"




Iván Prado Sejas es un escritor boliviano de ciencia ficción y fantasía que tiene una importante obra narrativa a sus espaldas,en esta entrevista habla de su nueva novela y sus comienzos literarios...


Por Miguel Lundin Peredo

ENTREVISTA AL ESCRITOR IVAN PRADO SEJAS, ESCRITOR DE CIENCIA FICCION Y NARRATIVA FANTASTICA


M.L. ¿Qué nos puedes decir sobre tu última obra “Samay Pata, al Rescate de los Selenitas”?
IPS: Puedo decir que: Samay Pata, al Rescate de los Selenitas, es una novela de ciencia ficción, que penetra en la tradición oculta de la Tierra y saca a luz una historia perdida en la noche de los tiempos. Hace millones de años la Luna era un orbe habitado por los selenitas que llevaron al sistema solar a una guerra intergaláctica. Ante el peligro de que un agujero negro masivo absorba todo el sistema, seres solares toman una decisión dolorosa, que afectó tremendamente a los selenitas, y por ende a seres de la Tierra y Venus.
El relato rompe con paradigmas astrofísicos y muestra la verdad desnuda de aquello que hasta hoy es una carga pesada para los terrícolas y venusinos dentro el sistema solar.
El lector de la obra podrá navegar en el presente de la Tierra y Venus y se transportará imaginariamente hacia el pasado donde los selenitas conformaron una civilización muy avanzada.

M.L. El tema de los selenitas dejó de tener sentido para los autores de ciencia ficción después de la llegada del hombre a la Luna, ¿qué te llevó a retomar a los selenitas como sujetos de una historia?

La Luna es el cuerpo celeste que tenemos más cerca, y no ha perdido su simbolismo y magia para que la imaginación fantástica aflore y se haga sobre ella una historia de ciencia ficción. Al romper con ciertos arquetipos astrofísicos, considero que promuevo para que el lector penetre en los misterios de la vida, entonces, Samay Pata, al Rescate de los Selenitas se hace viable en un contexto de renovación.

M.L. ¿A qué público pretendes llegar?
IPS: Con el libro “Samay Pata, al Rescate de los Selenitas”, pretendo llegar a todos aquellos que gustan de la ciencia ficción y la narrativa fantástica, especialmente a los lectores de Bolivia y de Latinoamérica.

M.L. ¿Cuándo comenzaste a escribir?
IPS: Como pasatiempo empecé a escribir en la época de estudiante universitario, a mediados de los años 70. Escribí poemas y cuentos. Y así, estuve escribiendo y guardando mis obras, como quien dice, en la “gaveta”. En ese trajín de escritor por hobby, en el año 1998, gané un premio del Ministerio de Cultura y Deportes de mi país, con una novela corta, indigenista, en quechua, denominada “Inka Kutimunña” (El inca ha vuelto). Una parte de esta novela trata justamente de la toma del poder por parte de los indígenas, y que hoy se está dando en Bolivia. Hasta ese periodo, a pesar de haber ganado un premio literario, para mí, escribir era todavía un pasatiempo. El año 2004, en un periodo de vacaciones, se me vino a la mente la inspiración para escribir Las Amazonas, Poder y Gloria, y ahí empecé, podría decir, mi periodo de escritor formal. Esta obra es para los jóvenes, y preferentemente para las mujeres. Después, en el 2008, lancé la novela: El Crepúsculo en la Noche de los Tiempos, una obra mejor elaborada, en el género de la ciencia ficción, y que hoy va en su tercera edición. La historia trata sobre seres de Sirio que vienen a la Tierra en una misión, y ahí se suceden una serie de hechos que rompen la barrera del tiempo y colocan en evidencia la vida en el multiverso. Asimismo, el 2009 publiqué “Los sueños del Padre”, que es una colección de cuentos de ciencia ficción y fantasía (CFF), a partir de nuestras culturas, como son la quechua y la aymara. En la primera parte, presento cuentos que los denomino de marcianos y terrimarcianos y se trata de historias románticas y de entretenimiento que viven colonizadores quechuas y aymaras que residen en el planeta rojo. En la segunda parte, aparecen cuentos de terrícolas y destaco los cuentos: “Los sueños del Padre” y la “Historia de Chistoso”, donde se muestran historias con elementos oníricos y simbólicos que estimulan la capacidad intuitiva del lector. Y finalizo la colección con el cuento “Fisgoneando el Futuro”, mostrando la paradoja del ser que rechaza una vida promisoria. Estas tres obras están dentro el género de la ciencia ficción y fantasía. En otros géneros, con otros escritores de varios países, en 2009, edité en Uruguay y Brasil cuentos breves de ficción en la obra Cuentos en 2 minutos. Asimismo, en 2010 publiqué Arawi Valluno, un conjunto de poesías y coplas en quechua. Y este año, 2011 también publico Mujer Eterna, un poemario dedicado íntegramente a la mujer.

M.L. ¿Qué autores han influido en tu vida de escritor de ciencia ficción?
IPS: Desde que aprendí a leer, yo recuerdo que siempre tuve una afición enorme por la lectura. Muchos libros, comics, revistas, periódicos, etc., “fueron devorados” en el transcurso de mi vida. Leí una gama amplia de géneros: Novelas, cuentos, poesía, relatos, etc. Entonces, en el ámbito de la ciencia ficción y la historia fantástica, he leído obras, también desde mi infancia. En la época de colegio, recuerdo que leí obras de Julio Verne, Asimov, Bradbury, Clarke, Camille Flammarion, y especialmente varios autores rusos. Aquellos que más me impactaron fueron Julio Verne, visionario, y Camille Flammarion, astrónomo y escritor de ciencia ficción.

M.L. ¿Has investigado para elaborar tus obras?

IPS: He investigado bastante, sobre todo para mis novelas. Para pulir la obra Las Amazonas, Poder y Gloria he investigado sobre mitos y leyendas en el mundo occidental y en el mundo andino, a parte de otras obras denominadas de esotéricas. Para afinar El Crepúsculo en la Noche de los Tiempos, he investigado obras de psicología transpersonal, de física cuántica, de astronomía, astrofísica, física relativista, esoterismo, metafísica, psicología gestáltica, psicología rogeriana, arqueología, ufología y espiritualismo. En las dos obras se muestran teoría nuevas y teorías existentes respecto a las ciencias físicas y humanas. La tecnología es de avanzada, y sale de los márgenes del universo físico denso y la vida transcurre en distintas dimensiones. En Sueños del Padre predomina más la inspiración que la investigación. Para Samay Pata, al Rescate de los Selenitas me puse a investigar temas sobre astrofísica, astronomía, ufología y esoterismo.

M.L. ¿Qué nos puedes decir sobre escritores bolivianos de ciencia ficción y fantasía?

IPS: Hasta hace poco pensaba que había muy pocos escritores bolivianos en el género de ciencia ficción y fantasía. Sin embargo, a partir de la búsqueda de obras de ciencia ficción y narrativa fantástica de autores bolivianos, me doy cuenta, que no solamente hay escritores con obras de envergadura, sino también hay escritores bolivianos de renombre que han escrito cuentos de ciencia ficción y fantasía. Entre algunos de los autores que han escrito obras puedo señalar a: Armando Montenegro, Fernando Diez de Medina, Ramiro Condarco, Fernando Aracena, Dora Gómez, Álvaro Pinedo, Miguel Esquirol Ríos, Marcela Gutiérrez, Rodrigo Antezana, Hugo Murillo Benich, Sisinia Anze, Sara Mansilla y Miguel Lundin. Tenemos también a escritores extranjeros que vivieron o viven en el país, Werner Pless, Harry Marcus y Alisson Spedding. Autores de otros géneros que podríamos incluir alguna de sus obras o parte de ellas en el género ciencia ficción y fantasía podemos mencionar a: Edmundo Paz Soldán, Gary Daher, Giovanna Rivero, Victor Montoya, Gonzalo Montero, Vanesa Giacoman, Miguel Ángel Gálvez, Adolfo Cáceres y otros. Autores a quienes les pico el “bichito” de la ciencia ficción y la narrativa fantástica y que han escrito algún cuento o cuentos, tenemos a Pedro Shimose, Constanza Roca, Cesar Verduguez, Guillermo Augusto Ruiz, Arturo von Vacano, Ernesto Camacho, Luz Cejas, por nombrar a algunos. Y para sorpresa nuestra, están también Oscar Alfaro con Don Quijote en el siglo XX y Yolanda Bedregal con Piedra mágica. Sin embargo, a pesar del gran número de escritores que han hecho algo de ciencia ficción y fantasía, pocos son los que se han dedicado o se dedican al género propiamente dicho, la mayoría de los que mencioné producen más en otros géneros. En Bolivia, el subgénero más cultivado es el de fantasía, y menos, el subgénero de ciencia ficción, y por esto, Miguel Esquirol y mi persona hemos invitado a escritores bolivianos residentes en Bolivia o en el extranjero, y a escritores extranjeros residentes en Bolivia a presentar relatos para un proyecto de Primera Antología de Ciencia Ficción en Bolivia.

M.L. Existen muchos mitos y leyendas en nuestras culturas andino-amazónicas, ¿no es eso parte de la narrativa fantástica?
IPS: En Bolivia, en las épocas pre-incaica e incaica, considero que la narrativa fantástica fue el “pan de cada día”. Sin embargo, a partir de la llegada de los invasores los sueños del indígena fueron reprimidos. La narrativa fantástica fue minimizada, y las historias contadas pasaron a ser simplemente mitos y leyendas.
En las épocas de la colonia y de la república, el boliviano se preocupo de vivir más la vida cotidiana, y los escritores reflejaron esta forma de vida a través de la literatura. Por esto, en la literatura formal, se desarrollaron mayormente los géneros costumbrista e histórico. De todas maneras, considero que los indígenas pudieron mantener algo de sus historias fantásticas, y que todavía están presentes en la historia oral de nuestros pueblos. Pienso que esas historias todavía están vigentes en la mente de nuestra “alma” indígena. Es necesario investigar y hacer rebrotar la imaginación creativa del escritor boliviano a través del resurgimiento de la narrativa fantástica boliviana.

M.L. ¿Qué se está haciendo actualmente para desarrollar el género de la ciencia ficción y fantasía en Bolivia?
IPS: Un grupo de escritores bolivianos residentes en Bolivia y en el extranjero mantenemos un blog denominado Ciencia Ficción y Fantasía en Bolivia cuyo URL es: HYPERLINK "http://cffbolivia.blogspot.com/" http://cffbolivia.blogspot.com/ . Los que estamos más involucrados en el asunto somos Miguel Esquirol Ríos y mi persona. Tenemos como colaboradores a Adolfo Cáceres, Miguel Lundin, Edmundo Paz Soldán, Vanessa Giacoman, Gary Daher y Guillermo Augusto Ruiz. Consideramos que este blog es un paso inicial para conformar en el futuro una sociedad o asociación de ciencia ficción y fantasía en Bolivia. El blog muestra la producción de autores bolivianos, y estimula la participación de los lectores. En este blog se tiene bastante material, fruto de la investigación de distintas obras y autores. Asimismo, como te mencioné hemos lanzado una invitación para la Primera Antología de Ciencia Ficción en Bolivia

M.L ¿Cuáles son tus próximos proyectos literarios en el universo de la ciencia ficción?
IPS. En ciencia ficción tengo un proyecto iniciado, que seguramente lo voy a concluir el próximo año. El titulo está todavía por verse. Asimismo, tengo varios cuentos de ciencia ficción ya concluidos, e iré produciendo más relatos para sacar otra obra de cuentos.



M.L. ¿También escribes poesía?
IPS. Como te mencione, escribo poesías desde que era universitario. Sin embargo, recién el 2010 saqué parte del material guardado y elaboré un poemario en quechua, Arawi Valluno, que lo edité a través de la editorial Yerba Mala Cartonera. Asimismo, esto me animó para recuperar y producir nuevo material para el poemario Mujer Eterna que sale por la Editorial Kipus.

M.L. Habla un poco sobre este poemario que mencionas
IPS. Mujer Eterna, como dice mi amigo Chaly Rimassa (poeta), es una Loa a la mujer. Sin la mujer no existiría el Universo. ¿Te imaginas un cosmos sólo de varones? Entonces, la mujer es ese ser complementario que nos llena a los varones, y constituye un pilar básico de la vida en la Tierra. Por esto, en el poemario “canto” a la mujer con versos, desde el origen: sin ella el Universo no es; desde la historia: la libertad es por ella; desde la complementariedad: por ella, él existe; desde la sociedad: ella es la actriz principal; desde la naturaleza: ella es la natura; desde la soledad: ella se encuentra a si misma; desde el futuro: ella es el mañana; desde el ser madre y Madre: ella es dadora de vida.

M.L. ¿Por qué el titulo de “Mujer Eterna”?
IPS. Son más de cincuenta poemas que se refieren a ese ser que nos acompaña todos los días con su existencia, en un “vivir eternamente”. Ella es nuestro aire, es nuestra respiración; ella es nuestro afecto, su amor nos llena; ella encarna la belleza y la sensualidad, su pasión nos envuelve y se deja llevar. Ella es la Mujer Eterna.

M.L. ¿Escribirías alguna vez una obra relacionada con el mito de los vampiros?
IPS. Si me ubico en el aquí y el ahora, por el momento no me llama la atención el escribir obras dentro el género del terror, o sea, usando el mito de los vampiros.

M.L. ¿Qué libro de Verne te hubiese encantado escribir?
IPS. La época en que leí los libros de Julio Verne fue durante mi niñez y adolescencia. Sus obras me abrieron los ojos hacia el universo fantástico. En este contexto, no me imagino escribiendo alguno de los libros de Verne. Considero que él es único en sus obras.

lunes, octubre 24, 2011

“Seres sobrenaturales y mágicos de Bolivia” : Un nuevo libro de Homero Carvalho Oliva



Por Homero Carvalho Oliva

Vivimos un momento histórico especial, en el que los pueblos indígenas interpelan a la sociedad y al Estado boliviano, y si bien la Constitución Política del Estado reconoce a las 36 naciones que habitan el territorio nacional, el clima político ha enrarecido la visión de la espiritualidad de nuestros pueblos indígenas que se encuentra en peligro de inminente extinción y puede que todo su maravilloso bagaje místico y mitológico quede convertido en fósiles culturales. La comprensión de los seres sobrenaturales, de los lugares sagrados y de las energías secretas y cósmicas que las definen, nos permitirá mirar integralmente la realidad que vivimos en nuestro país, tan diverso y tan único a la vez.

Son 80 seres sobrenaturales o lugares mágicos. En algunos casos hay diferencias respecto a sus orígenes y formas, yo he optado por consultar mis recuerdos y reforzarlos con diccionarios y libros de investigaciones antropológicas de varios autores, para recrearlos e imaginarlos como ahora se los presento. Como me gusta escribir cuentos breves he optado por pequeñas descripciones sugerentes y me he tomado licencias poéticas para retratar o exponer a algunos de ellos, pero no alteran el fondo mismo de la esencia de estos seres sobrenaturales o lugares mágicos. Recordemos que sin el canto de los poetas, muchos mitos y leyendas no se hubieran difundido o, quizá, ni siquiera se hubiesen creado, porque la palabra crea el mundo y lo que en el sucede. En los espacios míticos, donde los pueblos desarrollan sus historias cosmogónicas, en este organismo mitográfico, la palabra posee personalidad propia, poder espiritual y mágico, sirve para encantar, para hechizar, para curar, para propiciar, bendecir y para maldecir a los seres humanos y animales. Las palabras sagradas nos hacen entrar en comunión con la divinidad, porque son la fragua de los sueños y la vida misma. En este espacio, los sueños y las palabras son hilos de un mismo tejido secreto e insondable. Por eso he mantenido los nombres en su idioma original, porque cuando se los invoca, con las palabras de otros tiempos, a estos nombres trashumantes, también se nomina a la magia primigenia con la que los pueblos indígenas se comunicaban con sus divinidades. Esas palabras, suspendidas en el tiempo, expresan la verdad misma de los seres sobrenaturales y lugares sagrados que representan.



Nunca tenemos que olvidar a nuestros seres sobrenaturales y mágicos, benignos o malignos, que heredamos como un legado para el futuro, porque cuando el último de ellos desaparezca nuestra sensibilidad espiritual, nuestra humanidad, se habrá ido con ellos.


“La historia de los pueblos, de las culturas locales, no suele coincidir con la historia oficial porque se mueve por el subsuelo y lo recóndito del alma de sus habitantes, donde se alza una voz que da nombre y vida a los montes, las plantas y los animales. Las culturas locales pueblan su mundo de seres mágicos, que sólo el poeta puede amar, comprender, compilar y describir como lo hace un poeta mayor: Homero Carvalho Oliva” 

Ramón Rocha Monroy

domingo, octubre 23, 2011

Entrevista a Adolfo Cáceres Romero : "Hago obras de analisis no recreativas"



En la Foto : Adolfo Cáceres (segundo a la izq.) junto a Renato Prada (de lentes) cuando recibieron el Premio Municipal de Cuento, en 1967. | Fotos: Adolfo Caceres - Los Tiempos

Por Sandra Arias

Lecturas (L): Son más de 40 años dedicados a la literatura. ¿Cómo evalúa ese recorrido?




Adolfo Cáceres (AC): No fue fácil, sobre todo por las exigencias que me impuse. Abarqué la narrativa y el ensayo, con criterio histórico y social, fundamentalmente. También ingresé en el ámbito didáctico, con mi “Manual Práctico de Lectura y Redacción”, tal vez mi obra más exitosa por las ediciones que tiene. Fueron ocho en total y voy preparando la novena, fundamentada en la Gramática Generativa, que descubrí.



En cuanto a la ficción, comencé con un cuento que me dio más de lo que esperaba, me refiero a “La emboscada”, que ganó el Premio de la UTO (Universidad Técnica de Oruro), en 1967, siendo el más traducido y antologado de entre todos los que tengo.



Con mi “Nueva Historia de la Literatura Boliviana”, procuré hacer la mejor historia de la literatura boliviana que tiene el país. No sé si lo logré, el tiempo lo dirá. Me salieron cuatro volúmenes, a partir de las creaciones literarias de antes de la Colonia, hasta nuestros días, volumen IV que ya está en prensa, teniendo en cuenta que los anteriores van siendo reeditados por la editorial Kipus, así como mi “Diccionario de la Literatura Boliviana”, mis cuentos y novelas.



L: Usted llegó de Oruro para estudiar Medicina, ¿en qué momento se dio cuenta de que no era lo suyo?



AC: Cuando ingresé al anfiteatro, para practicar con cadáveres. De las 25 prácticas programadas para ese entonces (1956), no realicé ninguna.



L: ¿Qué lo encauzó por el camino literario?



AC: Pienso que mi vocación fue despertada y estimulada por mi madre, que me contaba cuentos desde que era muy niño.



L: Comenzó escribiendo una obra de teatro ¿Qué lo motivó?



AC: Me gustaba el teatro. Dramatizaba mis juegos infantiles. Los muñecos que me hacía de cartón, formaban parte de una trama que urdía con mis hermanos y amigos. Siempre asistía a las representaciones teatrales. Había un grupo que recorría por las ciudades del país, dirigido por Celso Peñaranda. Escribí esa mi única comedia cuando tenía 16 años, la pulí y estrené en Quillacollo, en el Teatro Teófilo Vargas, cuando cumplía con mi año de provincia como profesor de Literatura del Liceo América, en 1962. Era una comedia fácil que llevaba el título de “Más fácil que robar es trabajar”.



L: Mientras estudiaba en la Normal Católica se hizo amigo de Renato Prada ¿Qué es lo que más recuerda de esa amistad?



AC: Las lecturas que teníamos, admirábamos a los mismos autores, empezando por Borges. También leíamos a los clásicos del siglo de oro español, especialmente a Lope de Vega, Quevedo y Cervantes.



L: Fue parte de la segunda generación de Gesta Bárbara, junto a Edmundo Camargo Ferreira, Héctor Cossío Salinas, Eliodoro Ayllón Terán, Antonio Terán Cavero y Gonzalo Vásquez Méndez. Describa esa experiencia.



AC: Fue una experiencia inolvidable y decisiva para mi carrera literaria. Si bien yo no era poeta, como ellos; apreciaban lo que hacía, especialmente Jaime Canelas, que me prestaba libros y analizaba mis cuentos, mostrándome sus virtudes y defectos.




L: Cuando murió su amigo Edmundo Camargo, en 1964, usted estaba escribiendo “La mansión de los elegidos”, su primera novela y una empresa en la que Camargo era su impulso, ¿como le afectó esto?



AC: Terriblemente, al punto que dejé de escribir esa novela por un tiempo. Había concluido la primera parte y no encontraba un aliciente para continuar; afortunadamente Renato Prada era mi otro puntal, pues también había fallecido Jaime Canelas.



L: En 1967 ganó el Premio Nacional de Cuento de la Universidad Técnica de Oruro, con “La emboscada” y con Renato Prada ganó el Premio Municipal de Literatura y Ciencias, en Cochabamba. ¿Que siente un escritor al recibir no solo su primer premio, sino al hacerlo en dos concursos a la vez?



AC: Como todo escritor que gana un premio, se siente una gran alegría; pero no tanto por el premio en sí, sino por la seguridad y confianza que uno va adquiriendo, para continuar con su labor literaria. Si bien los premios no siempre son consagratorios, sirven porque despiertan el interés de los lectores y también de los editores; entonces, uno se siente más seguro con lo que hace. Debo aclara que esa seguridad, en mi caso, me llevó a ser más exigente con lo que hacía. Cualquier premio no es más que un comienzo de lo que vendrá. Nos conmina a mejorar.




L: Para la obra presentada al premio municipal de Cochabamba ¿cómo surgió la idea de las dos carátulas de “Galar”, de Adolfo Cáceres y “Argal”, de Renato Prada?



AC: Bueno, de acuerdo a la convocatoria, solo se iba a editar el libro ganador; el caso era que se tenía dos autores y dos libros fusionados. Entonces, los cuentos de uno de nosotros irían al comienzo y los del otro después, para lo cual íbamos a someternos a un sorteo; sin embargo, como Antonio Terán, director de Cultura de la Alcaldía Municipal de entonces, estaba leyendo “Lagar, poemario de Gabriela Mistral, se nos ocurrió jugar con el título y hacer un solo libro con dos carátulas, anverso y reverso. “Argal”, para Renato Prada y “Galar”, para mí.



L: ¿Cuál era la tónica de la columna “Tribuna educativa” que usted publicaba en Los Tiempos?



AC: Analizaba, dos veces por semana, problemas relacionados con la educación en los colegios y escuelas del país y también en la Universidad. En ese entonces se gestaba la Reforma Educativa, con el ministro Enrique Ipiña Melgar. Con miras a orientar a los maestros y a la opinión pública en general, sobre la importancia de esa reforma, analizaba los sistemas que había adoptado nuestro país, sus resultados, teniendo en cuenta que educación y salud son los pilares del desarrollo. Curiosamente, éramos y somos uno de los países más ricos de América, por nuestros ingentes recursos naturales, pero continuamos sumidos en la pobreza. Con un cambio cacareado a todo pulmón que, según se ve, nos lleva a estropear y contaminar territorios de reserva natural, pensando en una explotación que beneficiará al país, encontramos que los impulsores de esa política se hallan en sector el cocalero y colonizador. Así nunca vamos a entender que sin educación no hay desarrollo.



L: El Centro Simón I. Patiño alista un homenaje por su aporte a la literatura boliviana. ¿Qué cree que fue lo más contundente de ese aporte?




AC: La intención o, más bien, la motivación que impulsa mis obras. Nunca me he propuesto hacer obras recreativas. Analizo la sociedad y la historia del país, sus problemas y conflictos. Tampoco me guío por la simpleza del testimonio. Elaboro mis cuentos y novelas estéticamente, por cuanto la razón de su esencia está en constituirlas en obras de arte.



L: Qué placer es mayor, ¿el de escribir o el de ser leído?



AC: Lo que sí siento con cierto placer es el resultado, después de haber trabajado bastante para dar vida a cualquiera de mis obras. Cuando alguien me muestra su satisfacción por haberla leído, siento que ese esfuerzo no ha sido en vano.



L: En 1984 nació su espacio “Los Tiempos recomienda leer…”. Imagine que retomó la columna. ¿Qué recomendaría leer ahora?
AC: Hay muchas obras recomendables, tanto en la literatura nacional como universal. Si reanudara mi columna, lo haría con “Vitrales de la memoria”, de Eduardo Mitre.

sábado, octubre 22, 2011

Paula López Moreno PRESENTA SU PRIMERA NOVELA – PRAGA



La actriz y pintora Paula López quien decidió entrar al mundo de la literatura con la novela “Praga”, la historia de una mujer que renuncia a todo para buscar su felicidad. Sin caer en el feminismo, esta novela toma el clásico tema de una mujer que renuncia a la custodia de sus hijos por buscar su camino; a estas alturas podría tratarse de un trillado tema dentro de la literatura, sin embargo el lector fácilmente puede captar e incluso llegar a tocar las fibras más internas de la escritora; el tono íntimo de la prosa de Paula López, consigue lo que todo relato aspira a alcanzar: identificación, honestidad y dolor.


BIOGRAFIA DE LA AUTORA

Paula López Moreno es actriz y artista plástica autodidacta. Ha participado en producciones teatrales en Bolivia, Uruguay y Brasil; y desde 1983 ha trabajado como actriz en diferentes telenovelas, cortometrajes y comerciales televisivos. Gracias a su actuación ha recibido varios premios nacionales, como el de Mejor Actriz Bicu Bicu 2002 y Actriz de Teatro 2003. Como artista plástica ha participado en más de 35 exposiciones en Bolivia, Argentina, Italia, España, Portugal, Noruega, Emiratos Árabes, Australia y Malasia. Su obra pictórica ha sido premiada en Bolivia, Italia, Argentina y los Emiratos Árabes. El año 2002 uno de sus cuentos formó parte de la antología de literatura cruceña“Santa Cruz, Ciudad Íntima” (Fondo Editorial del gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra). En 2006 escribió, produjo y dirigió el libreto de “Kandire, la tierra sin mal”, musical que narra el génesis de la mitología guaraní. En el 2011 escribió, junto a Agustín Separovich el libreto del monólogo “Malintzín”. Ha sido catedrática de Historia del Arte, Consultora Cultural del Gobierno Departamental de Santa Cruz y Secretaria de Relaciones Interinstitucionales de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos, filial Santa Cruz. “Praga” es su primera novela.

viernes, octubre 21, 2011

"LA LITERATURA EMPAPA” ENTREVISTA A NATALIA CHÁVEZ



A que te suena la palabra “Literatura” – que decís de “la escritura”

Literatura me lleva a pensar en algo muy amplio, que se esparce a la primera chance. Como decir agua; que uno se la puede imaginar de mil maneras y que tiene varios estados físicos y que puede ser contenida en recipientes con diferentes formas. La literatura empapa. La literatura puede ser absorbida, y puede meterse a cualquier espacio y ocasionar algo, pequeño o monumental.

La escritura me suena a un juego de armar con infinitas combinaciones de las piecitas que vienen en la caja. Las letras se juntan en palabras y las palabras se acomodan y reacomodan y se borran, repiten, se organizan en frases, conspiran solitas o de a montones. Y tiene sentido. Cualquier combinación tiene sentido, para uno mismo o para el mundo; para el mundo a través de uno.

¿Cómo comenzaste a escribir?

Tengo varias versiones de esa historia, como si la protagonista no hubiera sido yo misma. Debo confesar que no me acuerdo exactamente, pero podría atribuirlo a que mi hermana me enseñó a escribir por accidente, entonces aprendí a hacerlo antes que mis compañeros de kínder, y me gustó la sensación de que me noten entre el montón, y esa sensación se quedó grabada y comencé a buscarla de forma permanente. Cada vez que alguna profesora me felicitaba por una oración bien hecha en lenguaje, o una composición sobre el 6 de agosto o cosas así de colegiales, se sentía bien. Así que, así empecé a escribir: tratando de causar impresiones. Luego la razón mutó a que quería decirles cosas a las personas pero lo hacía mejor sin mirarlas a la cara, de forma indirecta pero directa. Entonces escribía cartas a todos los que me rodeaban pero muy pocas de ellas eran, de hecho, enviadas. La mayoría de las cartas estaban dirigidas a chicos que me gustaban. Ahí empecé a ponerme empalagosa, pero por suerte eso se detuvo en algún momento, creo.

¿Por qué Cuento y no Novela o Poesía?

Más por comodidad que por otra cosa. Funciono en periodos cortos de concentración; la novela demanda constancia y compromiso. Además soy muy voluble, podría enamorarme y desenamorarme de la novela mil veces antes de acercarme a estar conforme. Los cuentos son más benevolentes con mi inestabilidad; una vez terminados no tengo que seguir toqueteándolos para continuarlos; ya están, me gusten o no. Creí que escribía poesía por un tiempo, pero me di cuenta de que sólo eran cuentos más cortos, con las frases ordenadas de otra forma. Para escribir poesía me hace falta un poco de alucine (en el buen sentido) y de ver las cosas desde otros lugares.



¿Tienes algunos favoritos con respecto a Literatura en Bolivia? ¿En Santa Cruz?

Me gustan bastante, bastante: Edmundo Paz Soldán, Giovanna Rivero y Maximiliano Barrientos. Se hace largo hablar de cada uno, pero los recomendaría todos porque sí.

¿Qué piensas de los premios literarios?

Que como otras cosas en la vida, dependen también de factores muy ajenos al talento que en teoría se está premiando. Pero más allá de eso, están bien. Son necesarios para incentivar a la producción literaria y para que algunas voces medio tímidas puedan ser escuchadas.

¿Vivirías fuera de santa cruz, o fuera de Bolivia? ¿Dónde? ¿Por qué?

Viviría fuera de Santa Cruz, prácticamente en cualquier lugar –aunque me atrae más el cemento que la naturaleza. Tengo ganas de vivir en muchos lugares que no se parezcan en nada entre sí, como si cada lugar fuera un sueño diferente y yo deambule por ahí, también como en los sueños, sabiendo que dentro de poco voy a despertar (o volver).



Decime, ¿Ficción o No ficción? o ¿No importa en lo absoluto?

No importa. Se necesita de la intermitencia de una para saborear la otra.

Leo muchas referencias musicales en tus cuentos. En este momento ¿Qué música tienes en tu play list (compu, ipod, mp3)? ¿Me puedes decir una banda de esa lista y la acompañas de alguna palabra?

Tengo mucho rock alternativo como Interpol, Arctic Monkeys, Modest Mouse, y fuera de ese género nombraré a Sabina, The Smiths, Beatles, Bersuit Vergarabat, Elliot Smith, Peaches.

Escojo a The Smiths y digo “ausencia”.

¿De qué vive Natalia? O ¿No vive?

Vivo de dosis pequeñas de emoción y de expectativas; eso me alimenta y con eso sobrevuelo la rutina; esperando e inventando posibilidades. Luego, para cuando no suceden, ya estoy esperando nuevas cosas. También vivo de: obligaciones de mi carrera universitaria –en esencia soy y seré nerd por siempre-, la intimidad familiar, el café y, of course, la escritura.

¿Futuros proyectos?

Estoy explorando posibilidades de estudios superiores en literatura, concretamente, una maestría en escritura creativa fuera de Bolivia, para la cual estoy empezando a juntar los requisitos de documentación y todo eso. Estoy esperando ponerle el punto final a mi tesis para dedicarme a leer y escribir todo el tiempo que pueda

Breve Bio

Nombre Completo: Natalia Chávez Gomes da Silva.
Fecha y lugar de nacimiento: 24 de noviembre de 1989 en Santa Cruz de la Sierra
Estudio el cuarto año de Comunicación Estratégica y Corporativa de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra.
He tenido participaciones previas en concursos literarios a nivel local, desde concursos escolares -que fue, prácticamente, la época en que empecé a interesarme con más seriedad por la escritura- hasta concursos locales organizados por periódicos (segundo lugar en el concurso intercolegial de cuento y poesía de El Deber “Los jóvenes también contamos” en el 2007) Gané el XIII Concurso Literario de Cuento y Poesía, de la UPSA el 2010 en la categoría cuento con “Raro” y el segundo lugar en categoría poesía con la colección de poemas “Se busca Estro”.


Fuente de la informacion : "Revista cultural digital AlmaZen"

jueves, octubre 20, 2011

Bolivia elige jueces por voto popular



Juan Claudio Lechín

Con la prédica de democratizar el sistema judicial y descolonizarlo, el gobierno de Evo Morales ha realizado, este domingo pasado, unas novedosas elecciones judiciales, la cuales volvieron a polarizar el país. Más allá del resultado electoral, es interesante mirar los mecanismos, razonamientos y las validaciones que han dado lugar a este evento tan singular.

El gobierno partió de la idea de que mientras más se radicalice a la democracia burguesa, mientras la democracia sea más horizontal y participativa, más rápido y con mayor efectividad se destruirán los viejos enclaves oligárquicos, posibilitando la salida del pueblo de su postergación. Es un razonamiento que ha tenido bastante aceptación a pesar de contener una lógica insostenible, pues “más” no es necesariamente mejor y radicalizar lo que debe ser balanceado —aún tratándose de una dieta o de una medicación— puede resultar mortal. Más monedas no significa más cantidad y más agua, terminará ahogando. Más aún, cuando “radicalizar la democracia” está promovido por la polarización y no en base a los consensos, se puede sospechar que se busca hacer colapsar la democracia, antes que mejorarla.

Ahora, es cierto que Estados Unidos elige ciertos estrados judiciales, entre gente reconocida por la comunidad; pero el dilema no es : elegir jueces o no elegir de jueces; sino ¿cómo garantizar una buena administración de justicia para todos?, y ¿cómo garantizar la independencia del poder judicial? Cosa fundamental para evitar la tiranía. Hasta hoy se escuchan los gritos clamorosos—que atraviesan los siglos— de los próceres de la Independencia y de los revolucionarios franceses: ¡eviten la tiranía!, ¡dividan los poderes del Estado!, ¡desconcentren el poder!

El parlamento plurinacional boliviano habilitó a 118 candidatos para que compitan por los 28 cargos (Tribunales Supremo, Constitucional, Agroambiental y Consejo de la Magistratura). La estridencia fue que dos tercios de este parlamento está controlado por el gobierno, así como 70% de los municipios y siete de los nueve departamentos.

Pero aunque hubiera sido políticamente equilibrado: ¿cómo informar al público acerca de los méritos de cada uno de los 115 postulantes?, y, más difícil aún: ¿cómo darle al votante el conocimiento evaluativo en materia judicial para que su acto sea premeditado y no impulsivo o por consigna? La oposición planteó el voto nulo asegurando que, detrás de lo ideológico descolonizador, se quiere controlar el poder judicial, y alega, además, fraude, una sombra permanente, en el país, desde que una organización venezolana tomó Identificación Nacional (2006) y que el gobierno asegurara el control de la Corte Nacional Electoral.

La consigna del voto nulo creció tanto que el órgano electoral amenazó con castigarlo y, luego, dificultó la anulación del voto: de quedar intacta alguna casilla de la papeleta, ese vacío sería interpretado como voto efectivo.

Ya el 2006, la académica Jimena Costa y la diputada Lazarte mostraron advertencias documentadas sobre irregularidades electorales. La sociedad las pasó por alto y no actuó con tesón para corregirlas y reencauzarlas. Hoy, hay una cosecha conflictiva de ajustes y frenos no realizados a tiempo. Y la mentada radicalización de la democracia sigue trayendo polarización.

miércoles, octubre 19, 2011

INANICIÓN Y ELEFANTIASIS



Iván Castro Aruzamen

Teólogo y filósofo

Posiblemente, ni siquiera se les pasa a los señores del gobierno, de tan embriagados que andan con el poder, que todo tiene su tiempo de expiración. Y es lo que va a pasar con este gobierno y los que vendrán. Tal como ha sido concebido –otras propuestas políticas corrieron la misma suerte –, sustentado en la cólera, la diatriba y la venganza de algunas cabezas irresolutas, espasmódicas, que han vertido su veneno sobre unas masas incautas, el futuro es incierto. Un proyecto así está condenado a morir de inanición administrativa o puede morir de elefantiasis ideológica. El masismo de Evo–García Linera perecerá por inanición y por elefantiasis.

Bueno, quizá dirán cuando les haya llegado la gran hora, que de todas maneras era una grandiosa forma de morir. Este gobierno se ha caracterizado, más allá de la improvisación, por su raquitismo pragmático en materia económica y por una inusitada timidez frente a la enorme posibilidad, entre demagogia y legitimidad, de transformar las obsoletas estructuras de un país como el nuestro sumido en el atraso, la corrupción y el narcotráfico. La pluralidad e interculturalidad de este gobierno se ha quedado simplemente en la homogeneidad de un partido único y colonizador.

O sea, lo que ha sucedido hasta ahora es que un gobierno que gozaba de un apoyo importante, debido a las marranadas de los neoliberales de turno, frente al atolladero de la escabrosa realidad de la miseria, la pobreza y la incapacidad de un Estado burocrático, no hace sino, hoy por hoy, inflar el perro para que las expectativas de sus huestes indoloras no merme. Nada más hemos pasado de una democracia orgánica (partidos tradicionales) hacia una democracia centrista del partido elefante. Una cosa así, sólo tiene dos posibilidades para perecer: por extinción o por extensión. Acaso, los más grandes imperios no se extinguieron por exceso de tamaño. Por eso no será ninguna novedad, que el mamut masista acabe calcinado en la lava histórica del país, tan anegada de tanta cochambre política y políticos.

El señor Evo Morales y sus seguidores no se han cansado de repetir que el modelo y proyecto de Estado que propugnan, tiene la intención de superar el modelo democrático neoliberal. Yo creo que bastaría con que lo igualasen. ¿Por qué habría que superarlo? Claro, como existe la sospecha de que ni siquiera se llegará, por el camino que van, a igualarlo, optan por discursear que será superada la democracia liberal. Y cómo no se sienten seguros de alcanzar la talla de la democracia de otros países, prefieren decir que van a superarlos. Se infla el perro, cuando anuncian que ingresaremos pronto al círculo de la industrialización, cuando lo que nos circunda grotescamente es la pobreza, el hambre, y sobre todo la ausencia de Estado.

Así como los grandes animales del cuaternario, hoy, yacen en los museos, el dipodoclus masista, con cara de Evo Morales y cráneo de García Linera, podrá ser mostrado en unos años más, a los niños y jóvenes del futuro, como un ejemplar de la prehistoria democrática boliviana; además, se dirá, que apareció en la década de los 90 y se extinguió a mediados de la década del 2020, debido a su estructura centrista, intolerante y una elefantiasis crónica.

martes, octubre 18, 2011

Alkalá Thriller : Una nouvelle de Giovanna Rivero en"Cronicas de oreja de vaca"



En el libro llamado "Cronicas de oreja de vaca" se recopilan 3 novelas cortas sobre un viaje inolvidable a un lugar situado en geografia española,los autores que participan en el libro son Andrea Jeftanovic nació en Chile en 1970, Giovanna Rivero en Bolivia en 1972 y Juan Terranova en Argentina en 1975 ,los tres compartieron una estancia en la ciudad de Alcalá a comienzos de 2009 organizada por la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo y la Universidad de Alcalá como parte del programa "Escritores en Residencia"; gracias a ello, los tres residieron en el edificio histórico de esa universidad.
Giovanna Rivero ficcionaliza el viaje para crear la novela corta llamada "Alkala Thriller", donde escribe la locura de una asociación de productores de películas snuff cuyo líder se llama "Patricio Pron" o "Patricio Porn".

PALABRAS DE GIOVANNA RIVERO SOBRE SU NOVELA CORTA

"Cuando me acordé estaba metida en una especie de thriller -por eso se llama Alkalá Thriller mi parte-, en una mafia de cintas snuff, filmadas en Alcalá, en la que interviene desde (Enrique) Vila-Matas hasta nosotros"

lunes, octubre 17, 2011

Saenz personal : Cecilia Romero y una mirada a la obra del mitico poeta boliviano




Por Cecilia Romero M.

Gozando de buena salud, Jaime Saenz (1921), en la carne de Hermenegildo Fernández, personaje narrado por el autor en su obra “De Vidas y Muertes”, hace de la melancolía una máquina del tiempo hecha de tacto y olor. El territorio de la propia infancia tiene un batán de piedra y una forma para moler llajwa. En la casa de los abuelos, los domingos se arman apoteósicos banquetes y los invitados comiendo lloran riendo, así como los comensales de la casa de Fernández ubicada en la paceña calle Canónigo Ayllón, una que tiene tres patios, cuarenta cuartos, nueve tiendas y cinco garajes. Ahí se festejará todo lo que se puede festejar, se cocinarán macabras recetas picantes, se bailará día y noche, mientras la sangre de conejos, chanchos y gallinas igualará en exceso a cualquier revolución. Lindo sería morir como Hermenegildo al pie del cañón, devorando espléndidos picantes.



Recorriendo la distancia con la cartografía de Saenz sobre La Paz, vamos a descubrir otro mapa de la ciudad, una que él vivió de noche y durmió de día.



Urbe de tránsito y atropello, de fatalidad y decisión. Un lugar de caos que no ha roto, sin embargo, su propia armonía interior. Entonces, será necesario navegar, viajar a La Paz, una ciudad que pierde su estigma de lugar no lugar cuando se lee a Jaime Saenz.



Caminar por las calles, Socabaya, Abdón Saavedra, bajar por la Linares, contemplar el Illimani, oír el lejano rugido del Choqueyapu, sentir la fuerte presencia aymara en sus calles, en sus lugares. Por cierto, esta ciudad, espacio vital de creación del autor, hay que recorrerla a oscuras, así como Felipe Delgado (1979), hombre buscador de brújulas, que navega en un mar de noche.



Hemos de visitar la morgue con cierta frecuencia y tener claramente un muerto favorito, así como se relata en “Piedra imán” (1989), una autobiografía que tiene un tono más personal y autobiográfico, donde también se narran las desventuras y venturas de la vida matrimonial y la búsqueda del hogar al caminante que sabe que en la promiscuidad está la forma más árida de la soledad.



“Si hay errantes y peregrinos, es porque recorren incesantemente los caminos en pos del hogar. Un clavo retorcido, una astilla de madera, un objeto cualquiera, representa ya el hogar, en la medida en que el referido objeto ansía un lugar.



¿Y qué es un lugar? Un lugar, en definitiva, no es sino eso que se llama la patria; un cielo, una agua, una tierra. Nadie podrá olvidar la significación del hogar, sino a riesgo de perder irremisiblemente su propia interioridad. Pues el hogar es el solo hito que te permite identificar el lugar que ocupas en el mundo” (Piedra Imán)



El autor descrito por algunos como uno que tenía obsesión por la muerte, tiene más matices que ese, hay una obra dentro de la gran obra que atestigua un destino en relación con las mujeres, las mujeres que rodearon a Sáenz y que son la materia, la naturaleza muerta a ser revivida en la narración. Mujeres para las cuales hay una mirada fatal y amorosa, de fuerte potencia poética.



El horno de la poesía iluminará la oscuridad, la búsqueda de lo profundo y vivir la verdadera vida. Es en su obra poética donde Jaime Saenz es monumental, “El escalpelo” (1955), “Aniversario de una visión” (1960), “Visitante profundo” (1964), “Muerte por el tacto” (1967), “Recorrer esta distancia” (1973), “Bruckner. Las tinieblas” (1978) y “Al pasar un cometa” (1982), evidencian al Jaime Saenz personal, el autor que uno se apropia, porque en su prosa poética está la cartografía de la ciudad adentro, lugar recóndito en el que guardamos nuestros secretos y donde deambulamos en nuestra propia feria de lo desconocido.



En esa piedra de batán se muelen en igual medida el olvido y la memoria. La espera, el vivir aprisa, la ciudad que tiene dos lados, luminosa cuando se ama y toda noche cuando el que se queda es uno y los otros se van, parten a otras geografías o a la muerte, la ciudad final.



Recuerdo con especial nostalgia, esa época en que el poema “Como una luz”, era el testimonio de saber que el desencuentro y la ausencia eran el plato fuerte del día.



“Llegada la hora en que el astro se apague, quedarán mis ojos en los aires que contigo fulguraban. Silenciosamente y como una luz reposa en mi camino la transparencia del olvido” (Como una luz).



Ahí en esa mirada abierta, infinita, en el mapa del doliente, se festeja la soledad, porque la geografía impera, uno no puede mirarse el ombligo por mucho tiempo, hay que salirse, ver a trasluz la nitidez del olvido. La poesía de Saenz tiene la virtud de nunca subrayar el dolor de lo doloroso, sino que se hace más inquietante en el secreto que esconde.



“A la vista del río, que lava de males a los habitantes y los mantiene despiertos, y que socava la delgada corteza que sostiene a la ciudad debajo de la cual se oculta un gran abismo, no me dirigiré a ti por un momento y deseo de tenerme en lo que habitas y habita en ti y también en mí, y percibir la forma, angosta y alargada de la muerte, en la substancia húmeda y dura del cristal que le sirve de vivienda, y conocer la manera de ser y no ser como la muerte, que sabe crecer de arriba hacia abajo” (Aniversario de una visión).



El Saenz personal que ha impregnado, con su a veces diabólica presencia, nos sobrevivirá, no sabiendo bien si es él nuestro muerto favorito, porque como diría “El muerto no es el muerto, sino quien lo recuerda”, entonces, es mejor no precisar si las imágenes de su entierro son totalmente reales. El Saenz íntimo seguirá viajando por una carretera solitaria y se recostará en el suelo del altiplano a mirar las estrellas, sintiendo que podría caer al oscuro cielo estrellado, buscando la clave, el mecanismo, las fórmulas de alquimista para vivir en lo profundo. El Jaime Saenz personal, sigue gozando de buena salud en la piel de Hermenegildo Fernández, otro muerto dudoso. Así sentados, codo a codo, gimiendo ayes dolorosos por la comida picantosa, en una fiesta eterna, en ese rincón donde se come y se baila, iluminando en cada vuelta de cueca la ausencia, la ironía, la simplicidad, la violencia y la fuerza del paisaje, condiciones vitales que se imponen tanto para el que narra y para el que mira.

La autora es Premio Nacional de Cuento Adela Zamudio 2007 con “El grito de la mariposa” y publicó el libro de cuentos “Entre las horas”, en 2010.

domingo, octubre 16, 2011

Las “Tardes de lluvia y chocolate” de Decker : Un articulo literario de Gaby Vallejo Canedo



Por Gaby Vallejo Canedo/ Columna "Leer lo nuestro"

Amalia Decker se atreve a construir una novela, “Tardes de lluvia y chocolate”, en torno a las razones íntimas de ser mujer. La energía, la autodeterminación, la fortaleza, frente diversos momentos de la vida, constituyen los comportamientos esenciales de sus protagonistas mujeres.



No obstante que la novela retrata muchísimas escenas de las épocas de “la gran revolución” en Bolivia, la del año 52; de violencia política en los periodos del latifundio y de las represiones en las dictaduras militares, la novela se detiene mayormente en la construcción de las historias de las mujeres protagonistas.



Más allá de los pueblos provincianos, de los indígenas y patrones, del pongueaje y la servidumbre que aparecen en la obra, más allá de la vida regalada y licenciosa en París y otros lugares de Europa, está Fiori quien se constituye en una mujer develadora de las otras mujeres de la familia que estaban ocultas, olvidadas, invisibles. Fiori las recupera del silencio y del olvido con una fuerza y autenticidad de mujer del presente.



La novela “Tardes de lluvia y chocolate” es una saga familiar donde el silencio ha sido la clave de sobrevivencia familiar. Las aventuras de las mujeres de la familia no se cuentan. Los dolores de las mujeres no se lloran, pero Fiori les da vida, les da cuerpo, les da voz.



Una relación muy valiosa se ha construido en la novela entre los abuelos y Fiori, saltando a la madre. Fiori los adora. Ellos ocupan muchas páginas de la novela.



La presencia da los varones es menor y menos significativa. Un hombre, poco hombre en todo su comportamiento, protagoniza la venganza. Otro, un joven de menos edad que Fiori, quien la descubre y posee y que es el hombre prohibido, con el que se inicia y acaba la novela. Y está el abuelo, que cuenta las historias familiares que son parte del libro y a quien adora la nieta.



La dedicatoria del libro parece sugerir que el verdadero narrador y recolector de las historias fue el propio padre de Amalia, ya que dice así: “Este libro está dedicado a la memoria de mi padre: José Decker Morales, quién enriqueció mi niñez con historias fantásticas y animadas”



Una sensualidad fina que aparece frecuentemente, sin ninguna procacidad, caracteriza la narrativa de Amalia Decker. Tiene la originalidad de vincularla con la mecedora convertida en espacio de placer, como un ombligo erótico.



Se trata de una novela muy bien escrita. Empieza y termina con los mismos elementos muy sugestivos: el ombligo y el placer. Frecuentes elementos narrativos circulares y recurrentes, como el chocolate, la mecedora y los abuelos crean unidad, sensación de espacio cerrado, que luego se abre a la historia boliviana, repleta de violencia y de violación de los derechos humanos.

sábado, octubre 15, 2011

Giovanna Rivero, promesa literaria hispana



Por Gerardo Vaca / Santa Cruz. - El De­ber | Agencia

La Feria del Libro de Guadalajara (FIL) es, según el diario español El País, la segunda en términos de presencia de editoriales después de la Feria del Libro de Fráncfort (Alemania) y la segunda en términos de concurrencia después de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. La edición 2011 de la FIL, que se celebrará del 26 de noviembre al 4 de diciembre, es especial porque se celebra el 25 aniversario de la Feria, para eso los organizadores han decidido emprender un proyecto peculiar.



Los organizadores publicaron una lista de 25 escritores calificados como “nuevos talentos latinoamericanos”, este grupo de escritores formará parte del proyecto “Los 25 secretos mejor guardados de América Latina”, que tiene por objetivo construir una plataforma editorial capaz de impulsar el trabajo de estos escritores fuera de sus países de origen.



Los escritores seleccionados cuentan con más de un libro publicado y, según los organizadores, son escasamente conocidos fuera de sus países de origen. Para configurar esta lista se atravesó un proceso que consistió en la lectura de decenas de libros de distintos autores latinoamericanos, además se consultó a escritores, editores, libreros, periodistas y críticos literarios de todo el continente y, finalmente, un comité de lectores elaboró la lista final.



Los 25 seleccionados serán los protagonistas de las mesas de trabajo planificadas durante la Feria. Entre los países con más seleccionados están México, Chile, Colombia y Ecuador, todos con tres representantes. Bolivia cuenta con una representante, Giovanna Rivero.



La escritora cruceña forma parte de este grupo, es una de las seis mujeres de los 25 seleccionados. El Cronista de la Ciudad y reconocido escritor cochabambino Ramón Rocha Monroy se ha referido al trabajo de Rivero de la siguiente forma: (refiriéndose a su obra “Tukson”) “Se mueve en estos ámbitos con una soltura envidiable, que proviene de su estilo ceñido, hecho de una lucidez cenital capaz de iluminar los estados de conciencia más recónditos”. Un medio español especializado, Literalia TV, presenta a la escritora cruceña de la siguiente manera: “Giovanna Rivero no ha nacido ni en México ni en Buenos Aires. Si así fuese, es probable que Giovanna ya estuviese en manos de una editorial española o iberoamericana”.



Rivero, una autora que además de premios cosecha buena crítica a donde va, nació en Santa Cruz (1972). Obtuvo el Premio Nacional de Cuento del periódico Presencia en 1993; el Premio Nacional de Literatura de Santa Cruz, en 1996, por su obra “Las bestias”; y el Premio Nacional de Cuento Franz Tamayo, en 2005, por “Dueños de la arena”. Participó del International Writing Program ofrecido por Iowa University en el otoño de 2004, y de Escritores en Residencia, como parte del programa oficial del Premio Cervantes 2009, en Alcalá de Henares. Participó en el Fét a América 2010 organizado por el Colectivo Fu, en Barcelona. Actualmente realiza un doctorado en literatura hispanoamericana en University of Florida, USA.



Fue editora en el sello La Hoguera y docente universitaria en la Universidad Privada de Santa Cruz.



Entre sus publicaciones están los cuentos “Contraluna” (2005), “Sangre Dulce” (2006), “La dueña de nuestros sueños” (2002), y Niñas y detectives (Bartleby 2009).



Su obra ha sido incluida en varias antologías, entre las que figuran “Antología del cuento erótico boliviano” (2001), “Narrativa del trópico boliviano” (2004), “El futuro no es nuestro” (2009), “Conductas erráticas: Primera antología boliviana de no ficción” (2009), “Schiffe aus feue”, compilada por Michi Strausfeld (Alemania, 2010) y el volumen “Crónicas de oreja de vaca” (Bartleby 2011).



Rivero, quien asegura que ningún libro suyo se parece al otro, también publicó las novelas “Las camaleonas” (2001) y “Tukzon, historias colaterales” (2008) que este año fue “metamorfoseada” al cómic por el ilustrador Billy Castillo.

viernes, octubre 14, 2011

El abrigo de Matilde y otros cuentos en tiempos de dictadura de Carlos Azurduy



Azurduy escribe en la introducción del texto que contiene 10 cuentos que: “Estos niños formaron parte de las luchas contra las dictaduras desde sus pequeños cuerpos, enfrentaron con valentía y estoicismo los avatares de la vida. Sin saber, siguieron y fueron parte de los ideales de sus padres, de su pueblo, con el fin de lograr un futuro más justo. A su manera, todos ellos fueron héroes”.

El novel escritor —al referirse a la motivación de producir los cuentos— dice que en realidad han sido varias cosas. “Desde mi niñez me han puesto en la ‘vereda izquierda del mundo’, he sido una persona sensible y comprometida con la verdad. Las cosas que estaban mal, la desigualdad y la injusticia han hecho que me vuelque en ese extremo de la vida”.

El texto con más de 100 páginas fue producido junto al Grupo Editorial La Hoguera con el sello Puraletra de literatura juvenil. En la presentación comentaron sobre la obra y el autor, el escritor Jimmy Iturri, los periodistas Juan Carlos Arana y Lucía Sauma.

“Hubieron varios momentos por los que atravesé y tomé ese rumbo al ser dirigente estudiantil universitario, perseguido y residenciado en otros lugares, lo que me ha obligado a que tome una consciencia sobre las injusticias”, asevera Azurduy. Además, explicó que uno de sus hijos se enamoró de la hija de un dirigente sindical y fue ella quien le contaba sus historias, esos momentos por los que tuvo que atravesar durante la dictadura.

Las fechas de los relatos son correctas, las historias son verídicas y probablemente —dice el autor— en buena parte de los casos mucho menos cruenta que la realidad. Seguramente, algunos personajes se reconocerán en estas páginas, expresó.

Los cuentos son para los jóvenes, aquellos que, como mis hijos, relata Azurduy, nacieron en tiempos democráticos y no saben ni se imaginan el costo de este proceso, será una relación de fechas y situaciones para reflexionar, para valorar lo ocurrido en ese tiempo.

Revela que en la obra se podrá conocer, por ejemplo, cómo nació la cueca La Caraqueña tan conocida e interpretada, la trova cubana, además de otros aspectos que refrescan la memoria de los once años de dictadura militar, interrumpidos apenas por breves coyunturas de gobiernos civiles hasta llegar hoy a nuevas formas de democracia representativa de una directa-participativa y comunitaria.

Son relatos que conmueven...

El escritor boliviano Homero Carvalho escribe en la contratapa del texto El abrigo de Matilde y otros cuentos en tiempos de dictadura, con el cual Carlos Azurduy se estrena en esta obra como un autor con muchos recursos narrativos y sus relatos, desde la visión infantil, nos conmueven y nos hacen sentir que “el temor a esos hombres que irrumpieron la tranquilidad de casa era mucho más grande que al de los delincuentes”.

Carvahlo escribe que era necesario que algún escritor se ocupe de estos testimonios y los narre para que, como afirma un niño del colegio Alemán en el epígrafe de Otra vez Marcelo, “mientras se narre y se escriban cuentos, los recuerdos estarán vivos. Y mientras haya recuerdos, nada podrá desaparecer para siempre”.

El cuento Otra vez Marcelo narra “...la historia de una familia uruguayo-argentina que vivió en Bolivia. Se trata de la historia de una niña valiente, de la primera nieta recuperada de las Abuelas de la Plaza de Mayo, de Graciela, que, al igual que Marcelo y Carlos Flores Bedregal, continúan desaparecidos y viven en nosotros”. Carla descubrió hace 25 años quién era: la hija de una desaparecida y un hombre asesinado en la dictadura argentina, a su abuela, que la buscó por todo el mundo con una fotografía suya, y el juez Baltazar Garzón, “el primero que nos escuchó, y provocó que Argentina abriera los ojos y empezase a levantar su historia más negra”, según la abuela.

Conoció a Garzón hace tres años, cuando en Argentina aún estaban vigentes la Ley de Punto Final y la Obediencia Debida —similares ambas, en la práctica, a la amnistía española— que impedían revisar el pasado. El magistrado español llamó a declarar a Carla y a su abuela en el caso contra Adolfo Scilingo, finalmente condenado a 1.084 años de cárcel por 30 asesinatos en los vuelos de la muerte, y para saber más de la Operación Cóndor, sobre la colaboración entre las dictaduras del Cono Sur para la detención y traslado de los “subversivos”. Carla y Graciela, su madre, fueron detenidas en Bolivia.

Graciela era argentina y estaba casada con Enrique Joaquín, ambos tenían una bebita de nueve meses, Carla Graciela. El 2 de abril de 1976, Graciela fue capturada junto con su bebé en Oruro, donde vivían. Poco después, en septiembre de 1976, Enrique, militante de MNL-Tupamaros, fue asesinado también en Bolivia en la ciudad de Cochabamba.

Fuente : Periodico "Cambio"

jueves, octubre 13, 2011

La Fantasma Minina: Réplica a la Porky




Por Kitty Saboteur

Me parece irónico que uno de los peores escritores de uno de los peores suplementos que se atreven a llamarse culturales haya escrito una nota como esta. Cierto, Cuauhtémoc Sánchez no es una luminaria literaria ni mucho menos, pero corazón en la mano, este tabloide tampoco es la sección de crítica literaria del New York Times. En realidad, su función llega a su máximo esplendor cuando las caseras del mercado utilizan sus hojas, plenas de faltas gramaticales, comentarios tarados y aires de grandeza, para envolver pescado de tres días que nadie quiere comprar.

Detesto a Cuauhtémoc Sánchez, pero siento que estoy en posición de criticarlo puesto que me leí su obra: es más, mi profesora Paula me obligó a leerlo en colegio. Sus obras se leen como un panfleto contra el SIDA pero carecen de los dibujitos infantiles de penes y condones que los hacen tan instructivos. Los leía en una hora (los libros de Cuauhtémoc, no los folletos de Sida). Los leía a la rápida y sin prestarles mucha atención, tal cual se merecen. Sus libros no me agitaron el corazón ni mucho menos. Hallaba que no tenían ni la sustancia de mi telenovela favorita del momento, “Rebelde”. No entendía, sin embargo, por qué a mi profesora se le humedecían las panties cuando abría el más reciente libro de Cuauhtémoc – y mejor ni hablemos las reacciones que tenía cuando leía a Coelho. Tal vez porque le era más fácil entender un libro de Cuahtémoc que comprender y ser comprendida por un marido taxista cuya máxima proeza literaria fue leer las instrucciones para utilizar el champú de Manzanilla de Wellapon (y lo entendió en menos de tres intentos, nada más ni nada menos. Así que esto lo calificaba automáticamente para trabajar durante nueve años en el suplemento cultural que fundó su mejor amigo! Ups, creo que me equivoqué de batracio).



Sí, estoy en posición de criticar a Cuauhtémoc Sánchez. Perdí una absurda cantidad de horas por ser la única nerd de la clase que realmente cumplía con el trabajo asignado. Creo que perdí puntos de mi coeficiente intelectual con cada página que pasaba. Pero por suerte tenía los libros de la biblioteca de mi padre para restablecerlos y para saber que la única forma de entender lo que es la buena literatura es leyendo hasta a los malos escritores. Y así también me di cuenta que abunda en el mundo una población más idiota e imbécil que aquellos que leen a Cuauhtémoc Sánchez y Paulo Coelho para curar sus heridas emocionales y mejorar sus tristes y embrutecidas vidas: aquellos que critican las obras de estos autores sin haberlos leído una sola vez, pero que hablan como si lo hubieran hecho y, así, fingen una altura moral e intelectual que están más allá del alcance de su enclenque psiquis. Sus motivos son claros: aparentar una cultura que les es totalmente ajena, la cultura de la lectura. ¿Qué prueba tengo de esto? Fácil. Alguno de ustedes alguna vez leyó una sola nota de crítica de novela de Sergio de la Zerda? No pido nada de Tolstoy, ni Dostoievski. Cualquier cosa de Isabel Allende o Marcela Medrano bastaría para impresionarme y hacerme pensar que el susodicho sí lee algo más denso que las instrucciones de su champú. ¿Nadie? Si hubiera tal milagro, por favor remitan el dato a mi inbox, que ardo de ansias por leer lo que este consagrado especialista en las letras narrativas tiene que decir.



Interpretemos un poco las palabras de este célebre autor de poca monta – y no me refiero ni a Cuauhtémoc ni Coelho –

“El autor “favorito” de las reinas de belleza que en su vida han leído más dos páginas seguidas, el hazmerreír de todo literato que se precia de su oficio, el mexicano de 47 años y responsable de mamotretos moralistas como Juventud en éxtasis, el que en su sitio web se presenta como “Graduado con honores como Ingeniero Industrial administrativo” y “Titulado y especializado en Alta Dirección de Empresas”, ese mismo profeta de la nada llegará a la ciudad para dar la conferencia “Conviértase en el elemento del cambio”, en el marco de la ¡Feria del Libro!



En esta frase, el mencionado delata sus bases literarias: se pasa revisando las respuestas de las reinas de belleza y su fuente principal, sin duda, debe ser “Vanidades” o “Cosmo”, evidentemente. Los signos de exclamación revelan el atentado inaudito a su cultura ante la aparición de Cuauhtémoc, el “hazmerreír de todo literato que se precia de su oficio” – y el intento fallido a inscribirse dentro de la categoría de “literato” queda expuesto, así como el complejo de inferioridad que lo lleva a intentar asumir una altura intelectual a la cual, honestamente, no podrá acceder ni con tres maestrías con el pervertido del Asbuncito. En sus signos de exclamación casi puedo imaginar al pobre muchacho con una manito en la frente y otra golpeándose el pecho; su frágil y sensible espíritu ha sido sacudido hasta lo más profundo de su ser, dishendo, y está a punto de desplomarse glamorosamente sobre un piso de mármol de Carrara y desfallecer ante tal crimen al patrimonio literario mundial cochabambino – que, seamos honestos, no es tan guay que digamos. A un lado, Greta Garbo, aquí viene el De la Zerda, drama queen extraordinaire. Mira y aprende, querida.



Sip, Cuauhtémoc viene a la Feria del libro de Cochabamba. No es la Feria del Libro de Berlín ni de París. No es la Feria Chilena del Libro. Es la Feria del Libro de Cochabamba, que se celebrará allúuuuu de lejos, en el campo ferial, al lado de toda suerte de animales muertos y semipodridos que flotan en el agua. Francamente, no creo que haya mejor lugar en el mundo para que Cuauhtémoc se presente.



Querido Sergio: yo sí leí a Cuauhtémoc. Yo y miles de otras personas sí lo hemos leído. Yo y miles de otras personas sí tenemos el derecho de criticarlo. Pero yo y esas miles de otras personas no lo hacemos por el simple hecho que las obras Cuauhtémoc y Coelho y similares nos valen un reverendo bledo. Nosotras EFECTIVAMENTE tenemos el hábito de leer y nos desesperamos cuando no tenemos un libro bueno cerca. Ninguna de nosotras siente la necesidad de crear y mantener una pose intelectual que no es más que eso, una pose, ante el público por el simple hecho que hemos leído tantos buenos libros que hemos olvidado los libros malos, e incluso les estamos agradecidos porque nos acompañaron, aunque sea por un momento fugaz de aburrimiento. Y nosotras sabemos que existen montones de poseurs como tú y tus coleguitas de colegio de infantes que saben que para impresionar a la masa no lectora basta con hacerse al criticón, fingir conocer la obra de un autor al que todo el mundo critica, para subirse al vagón y criticarlo, y apuntar el dedo, y saltar como aborigen pidiendo lluvia y aparentar que somos lo que nunca seremos: LECTORES.



Ya lo dije varias veces y lo repito. Yo sí leí a Cuauhtémoc. Lo leía a la rápida y sin prestarle mucha atención, tal cual se merece. Pero confieso que lo leí con mucho más entusiasmo que el suplemento de La Ramona. Tal cual se merece desde hace unos buenos años, desde que sus colaboradores se dieron las ínfulas de críticos, de escritores, de literatos, de sabios de todo el quehacer cultural. Ignorad la imbécil columna del Chaza donde nos relata la última chupa que tuvo antes de la anterior, que también describió con lujos de detalles el domingo anterior, y el domingo antes de ese, y el domingo antes de ese también, ad infinitum, ad nauseam, ad chaqui, amén, y qué tenemos.

Pues nada. Sólo a ti.

Poca cosa, ¿no te parece?

Tu fantasma favorita,

Kitty!

(Con doble “T” y una “y”)

Posdata: Es bastante tarde. Tu nota tiene varios problemas lingüísticos, entre comas, acentos, gramática y coherencia. No tengo toda la noche para corregírtelos. Besitos mininos

miércoles, octubre 12, 2011

Grecia Duran y su primer libro llamado "Grisdelin"





Prologo por Luis Antonio Carvalho

Grisdelin, son sueños, pensamientos y deseos; es un personaje y a la vez no lo es. La autora Grecia Duran nos trae una magnífica obra en la cual contiene palabras que llenan su mente de deseos y decepciones, en este libro se puede encontrar una parte de todos nosotros que llegara a lo más profundo de nuestro ser, dejando que el inconsciente encuentre lo que pensó perdido. También nos llega con bellas fotografías que grafican los sentimientos que encontramos entre estos párrafos. Al ser su primer trabajo esta es la muestra de un talento que florece y nos llega al alma, a continuación el lector podrá sentirse identificado y esperar que no sea solo la búsqueda de sus sueños sino que sea la realidad que estás viviendo, con esto los invito no a leer la obra pero a vivir estos sentimientos para que en su interior no se desaparezcan.

martes, octubre 11, 2011

¿COLONIZADORES O INDIGENISTAS?



Tras la brutal arremetida de la policía –por orden del Poder Ejecutivo– en contra de los derechos de cientos de indígenas –lo mismo que los colonizadores españoles del siglo XVIII asentados en Santa Cruz, que cazaban a los guaraníes como si fueran ratas para luego reducirlos a la servidumbre de hacienda– es necesario hacer un repaso de todas las estructuras del país: burguesía, clase política, obreros, estudiantes, movimientos sociales, indígenas, colonizadores (cocaleros y quienes hoy se denominan interculturales), maestros, ancianos, etc. Y es que de entrada tenemos una burguesía (tanto de derecha como izquierda) inoperante y acomodaticia, una izquierda subversiva que no termina de organizarse y sólo pasa por oportunista, unos movimientos sociales péndulo, que se mueven según intereses coyunturales, algunos opositores absurdos, y, en general, un pueblo que empieza a ganar madurez y criticidad, frente a una clase política que necesariamente debe ser desasnada.

Muchos políticos del actual sistema (Fidel Surco, Saúl Ávalos, Eugenio Rojas, David Sánchez –uno de los más desubicados–, Marianela Paco, Rebeca Delgado, César Navarro, Roger Pinto, Tomás Monasterios, Wilmer Cardozo y muchos otros) han hecho de la política nacional una cloaca; nuestra política nacional ha alcanzado niveles grotescos y es que sencillamente, los políticos se pasan la vida mareando a las masas, nada más “hablando de política” pero sin “hacer política”. Sobre todo, en un momento en que los bolivianos necesitamos saber la verdad de muchos hechos; aunque lo más urgente es conocer los entretelones de esa masacre salvaje, cobarde y cruel sobre la humanidad de los indígenas del TIPNIS. Contrariamente, el gobierno no hace sino salir con intervenciones demagógicas, mentiras efectistas, que sin duda ya no tienen la habilidad de hace un par de años atrás. Esta manera de manejar la política no estaría mal en cualquier político joven, pero, es imperdonable en quienes hacen alarde de este oficio. Un señor Vice –que viene de las fauces del terrorismo y un marxismo mal digerido– y un Presi –producto del sindicalismo, discípulo de Filemón Escobar, pateado, golpeado por la DEA por defender su cato de coca– llevar la política al rango de circo y la banalización, no; lo cierto es que el cuadro político nacional está cuando menos un asco, un excremento que no sirve para abonar la política del país.

Por lo visto hasta ahora, en materia revolucionaria, los revolucionarios –aunque me gusta más llamar la revolución blanca (cocaína) –de izquierdas (antiimperialistas, anticolonialistas, anticapitalistas y antiindigenistas) están condenados al fracaso, al punto que no quedarán ni para la estatua, porque al final, el señor Presidente y su revolución blanca terminará en su monó–culo y una corona de hojas de coca. Y por su lado el señor Vicepresidente, descubrirá muy pronto que el marxismo, el leninismo o el estatismo y el desarrollismo no son inmortales y mucho menos algún socialismo avanzado. Porque a estas alturas de la historia, nuestro demacrado Vice, no es más que un doncel de izquierdas, que duda entre las armas y las canas de su clase pequeño–burguesa, pues, definitivamente, por mucha letra que tenga no se ganará nunca al mundo indígena. Al lado de Morales no pasará de ser un colonizador más.

Ahora que el gobierno ha echado por tierra el discurso indigenista, violando los derechos humanos de los indígenas, el proceso de cambio desde la óptica del MAS, es intelectualmente indefendible. A pesar de que muchos políticos masistas se esfuerzan por intelectualizar los problemas del país. Una verdadera política participativa e incluyente, intercultural y plurinacional, debe ser corroborada por hechos pragmáticos, realísimos y legitimada por las evidencias. Todas las sociedades cuentan con situaciones democráticas límites, como la libertad de expresión, libertad de circulación, derecho a la exigencia de sus derechos, al voto y, sobre todo, a la vida. Y al parecer, los rasguños producidos a la ñusta menor del gobierno, el canciller Choquehuanca, con las endebles flechitas de los tipnianos –armas de guerra para el nefasto Llorenti– desencadenó la furia del gobierno contra los indígenas. Los masistas blancoides, cholos, mestizos, y/o rasgos indígenas o lo que fueren, no han dejado de ser colonizadores y mercantilistas.



Iván Castro Aruzamen

Teólogo y filósofo
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