lunes, enero 31, 2011

Maximo Pacheco Balanza : “Bueno, voy a tener que ganar para que este tipo reconozca que soy un escritor metido a agrónomo, no al revés”



Texto: Óscar Díaz Arnau

Foto: Archivo La Razón

Se esconde detrás de la apariencia de un flaco extraviado y asustadizo que no resiste un solo párrafo de su implacable literatura; no debe ser fácil cargar sobre tan pocas espaldas sus obsesiones, y menos el peso de sus ironías. Pero las carga y, aun así ni el invariable saco de los parches en los codos, ni el tranco largo ni el rostro hirsuto alcanzan a opacar la sencillez de este hombre de conversación medida y voz serena, del Premio Nacional de Novela que, da la sensación, aunque pasen años de la noticia que lo sacó del anonimato, perderá la tranquilidad de esta ciudad de varios nombres y escasas novedades.

O desconfiamos del jurado o Máximo Pacheco es un perfecto impostor. Parece que algo de esto último hay, porque mientras el jurado se deshace en elogios para Lanochecomounala, su novela ganadora del premio (“Uso del lenguaje coherente con la época y situaciones; sus personajes son sólidos y existe un contrapunteo válido desde el punto de vista de la cultura española como de la indígena. El lenguaje es acertado y si se usan formas arcaizantes, éstas son apropiadas”), él le reprocha con ironía (“como no domino mucho el tema de la historia —de lo que el jurado dice que domino: el lenguaje, esas cosas— eso sí he ido puliendo, informándome para que no fuera una novela como la que escribió Botero Gosálvez sobre la Colonia, que parece ambientada en otra época. Yo me imagino que debe tener muchos errores también, porque no soy un especialista en Colonia temprana, pero he recurrido a documentación”).

Y, descarnado, como no puede con su genio, cuando se le pregunta si está de acuerdo con el parecer de su jurado responde un “no sé hasta qué punto”; y entonces confiesa que su novela “tiene sus trampas”, una de ellas, el subrepticio intercalado de frases del monje renacentista Tomás de Kempis.

Tipo tranquilo, de esta ciudad (con esa cadencia lenta al hablar no podía nacer en una más ajetreada); sincero, que por momentos irradia candor; maduro, de fluyente diminutivo (“jovencitos”, “solitos”, “changuitos”), con Mimo hay que tener cuidado: detrás de su apariencia de bonachón esconde una literatura feroz.

Pacheco hace honor a Sucre por doble partida: se le conoce por Mimo en la ciudad de los apodos y lleva un apellido de locos, el mismo que presta su nombre al Psiquiátrico. De allí, quizá, el lastre de su niñez: “El pasado de esta ciudad es algo que me ha obsesionado no sólo a mí, sino también a mi grupo de amigos. Desde que éramos muy changos yo tenía unos amigos muy particulares, nos dedicábamos a la arqueología; andábamos por lo que fue la antigua Choquechaca, por el Guereo (actual), y recogíamos puntas de flecha, pedazos de cántaros, cosas así. Después íbamos al Museo Charcas, vivíamos metidos ahí viendo cuadros, pintábamos en las iglesias (junto con el cura jesuita Bernardo Gantier, se formaban como autodidactas copiándose de un Olguín sentados en un banco de iglesia). Como alguno era pariente de don Joaquín Gantier, jugábamos en la Casa de la Libertad como en nuestra casa, entrábamos cada día a los salones, a los depósitos. Entonces, es como una obsesión con la historia que nos viene de hace mucho tiempo, es como reinventar la realidad de la ciudad.

‘Los changos son más libres’
Entonces también pintor, y poeta, y cuentista, y autor de obras de teatro, y guionista de cine; humilde a morir, supo engañar al jurado con argumentos literarios. Cuesta creer que todavía queden escritores que plasmen su oficio en un papel, en vez de una computadora. Anda tropezando Máximo con sus manías, porque sus años no son tantos (es del 61). Aunque éstos le cuenten siempre para delante, como a todos, tiene una fuerte conexión con el aprendiz, que alguna vez fue él mismo. “Cuando uno es joven y quiere ser escritor, es como una necesidad vital, crees que a través de la literatura vas a decir una verdad increíble, pero con el tiempo te vas dando cuenta de que ni hay esas verdades ni las encuentras con la literatura; o si las encuentras, ni te das cuenta. Entonces, tu literatura se va haciendo un poco más accesible a los demás, vas pensando en la gente que va a leerte. Los changos son más libres, escriben para ellos mismos, tienen como una necesidad interna de decir cosas y no quieren que nadie se meta. A mí me pasó eso al principio; con el tiempo uno se va domesticando más, no sé si para bien o para mal”.
De aquellos años, que uno ociosamente cuenta para atrás, Mimo recolectó su admiración actual por Dostoievski y, entre los bolivianos, por Saenz y Cerruto. Dotado de una sinceridad infrecuente entre los escritores (“desconfío mucho de mi capacidad de atraer al lector” o “nunca he estado muy convencido de que lo que escribo merezca publicarse”), confiesa que de joven estuvo sumido en un conflicto entre lo ético y lo estético. “Eso me dejó plantado un largo tiempo. Después de que escribí mi primera novela, andaba preocupado con que si la técnica que utilizaba, expresaba lo que el personaje diría; tenía ese tipo de preocupaciones ya éticas en un escritor: cómo voy a escribir yo de un obrero…”. ¿Buscabas la fidelidad? “Claro, cosa que es imposible, porque un escritor es un mediador, un intermediario y, al final, es un ficcionalizador. En la literatura hay algo muy interesante: tú te inventas al personaje en base a la percepción que tienes de él, no es que el personaje se esté expresando por sí mismo”.

En esa ficcional línea de conducta literaria, dice no creer en la fidelidad absoluta del lenguaje; al menos, “en el realista positivista sentido, no. En literatura puedes decir: ‘Y la piedra voló’, y la piedra vuela. O como Kafka, que un día despierta Gregorio Samsa convertido en escarabajo y está convertido en escarabajo. No creo en la literatura realista en ese sentido. (Creo en la) ficción basada en la realidad. (Con) percepción subjetiva (del escritor)”.

Lanochecomounala recuerda al tiernísimo “pasan por sobredetuencima”, una frase de otro libro suyo en el que relata mansamente la vida tragicómica de una campesina a la que se le muere el marido y debe trasladarse —inevitable era— a la ciudad, para instalarse en el Mercado Campesino, en la cuadra de las yotaleñas. El título se lo ha robado a un pariente, Ismael Vilar, quien entre sus propias frases —de un cuento— tenía una que decía: “…y entonces llega la noche como un ala, la noche que esperanza o crimen todo lo cubre con igual dulzura”.

Por momentos, extremadamente sensato (“El escritor tiene la responsabilidad de hacerle notar al hombre que no puede vivir de su fe en la ciencia”), considera que el escritor “no necesita de la lógica”, sólo percibir la realidad con los sentidos. Lo que él llama “el pensamiento salvaje”, primitivo. Sensatez que será parte del introvertido que lleva dentro, incompatible con las obligatorias conferencias o el contacto con la prensa cuando ganas un premio como éste: “A ver, pues, es parte del contrato, no queda otra, lo tendré que hacer”, se resigna con el matiz de una risa corta. A contrapelo de su carácter, poco a poco va saliendo del circuito under —que lo tuvo ligado a su solidaria editorial Pasanaku— para meterse de lleno en el mundillo de la literatura comercial.

Se ha embolsado una buena suma (Bs 93.000), pero dice que el premio es más que eso, como que “oficializa” su “inserción en el gremio; una estupidez, pero así funciona (ríe)”. Ex estudiante de Medicina “medianamente bueno”, cursó un año de Literatura y le vino “como el llamado de Dios a San Pablo, así: déjalo todo y ven, sígueme”. Lo bien que hizo. Con una prosa feroz, inquietante hasta la perturbación, lo de Pacheco es sólido, tremendamente real a partir de una ficción hasta cierto punto burlesca y, lo más importante, sin artificios. Y pensar que él apenas quería demostrar que era escritor… “He empezado a muy temprana edad con esto de los premios, tendría yo más o menos unos 20 años cuando escribí mi primera novela y, a esa edad, cuando dejas todo para dedicarte a la literatura, medio que te ves descolocado, no sabes qué vas a hacer de tu vida y tampoco eres un escritor porque no es que sacas un título como para una profesión y de pronto eres escritor: tienes que demostrar que eres escritor de alguna forma”. ¿Y qué hace que un escritor sea eso, escritor (para los demás)? A triste conclusión llegamos: En los suburbios de Bolivia —que en nuestro caso puede llegar a ser la capital— sólo ganar un premio.

‘Me he sacado el bulto de encima’
En la última década, cada quinquenio había obtenido, dos veces, el premio consuelo del Nacional de Novela, una mención para cada vez hasta que se le dio el galardón mayor. Los premios, quizá, no se merezcan, pero a Pacheco al menos le corresponden, siendo él un laburante de la prosa y el verso, un tipo que leyó mucho y compartió lo que sabe con chicos jóvenes a los que formó en talleres de gran provecho para una adormilada literatura chuquisaqueña.

Sí, Mimo se sacó el bulto de encima. Pero, embarcado ya en una persecución casi obsesiva por ganar lo que debía ganar alguna vez, también se vengó de un antiguo jurado poco visionario: “Me encontré por casualidad aquí en Sucre con uno de los que habían sido jurados de ese premio (Nacional de Novela en el que participó también); el 2001 me encontré con él. Me presentaron, le dijeron ‘él es Máximo Pacheco’. Él me dijo: “¡Ah, vos eres el agrónomo metido a escritor!” [vivió un tiempo en Pulqui, más allá de Yotala, donde ordeñaba vacas en un emprendimiento para subsistir sin abandonar la apacible vida de escritor]. Yo, que no soy muy veloz para reaccionar, me fui pensando qué me ha querido decir este ñato. Entonces, mi participación en el Premio Nacional de Novela es una especie de venganza, en el fondo, porque dije: “Bueno, voy a tener que ganar para que este tipo reconozca que soy un escritor metido a agrónomo, no al revés”.

domingo, enero 30, 2011

“Qué hacer con los indios…”




Título: “Qué hacer con los indios…”

Autor: Pablo Stefanoni

Editorial: Plural editores / Colección Historia

“Qué hacer con los indios…” Y otros traumas irresueltos de la colonialidad, de Pablo Stefanoni, es otra de las novedades de la editorial Plural.
Este libro analiza el actual proceso de cambio y la emergencia del evismo en el marco de una historia larga de las ideas: desde el indigenismo romántico hasta el nacionalismo indígena pasando por el indigenismo de Estado del 52.

viernes, enero 28, 2011

Cielo herido en el atardecer : Poema inédito




Por Miguel Lundin Peredo


La noche estaba oscura y mi corazón palpitaba
al ritmo de la musica que cantaba el bosque,
mire el cielo herido en el atardecer y encontre
el pasado viviendo con mis ojos.

Soñe con la lluvia pidiendome que
decidiera mi camino en el solitario
sendero de la ausencia.

Dijistes que te esperara en el final
de la cancion muda de tu sombra
y lo que hice fue deshojar mis neuronas
en la lluviosa primavera.

jueves, enero 27, 2011

TEXTOS TRAICIONADOS : LO NUEVO DE MAURICIO RODRIGUEZ MEDRANO


SOBRE EL MICROCUENTO
El poeta cubano Lezama Lima decía que definir es cenizar. Y voy a correr el riesgo de habitar entre cenizas. El microcuento posee diversos nombres: microrrelato, minificción, microficción, cuento brevísimo, minicuento, chiticuento, mockocuento, etcétera. El microcuento está más emparentado con la poesía. Es ese pariente que la familia desea ocultar y lo aloja en el último cuarto de la casa, junto al baño o en el sótano y lo deja a merced de la oscuridad y permite que de vez en cuando pueda entretenerse con orgías, con mascaradas, con juegos que son reflejados en los espejos de la tradición, de la memoria, de la ironía, de la burla, de la intertextualidad. Un autor dijo que el cuento es la anécdota, la poesía es la imagen, la fuerza de la imagen. Y el microcuento es pura intensidad. Y también subversión. Es, de todos los formatos de la literatura, el más contestatario, el que no está de acuerdo con lo convencional. Pero también es olvido. En su estructura se respira olvido. El lector borra de la memoria con mayor facilidad al microcuento. No es como la novela que sigue viva después de leer la última página. Por su brevedad tiene un tiempo limitado entre los mortales.
El microcuento cuestiona estos temas: ¿Existe una literatura para intelectuales? ¿Existe el plagio? Algunas respuestas: La literatura es para todos. Pero los intelectuales no permiten que sea leída por todos porque aquella persona que lea no se conformará con la simple realidad, preguntará, no estará de acuerdo con las leyes, con las convenciones, con el protocolo de nacer, reproducirse, tener una familia, ser funcionario público o profesional asalariado y a los ochenta años recién darse cuenta que su vida fue una rutina, pero ya será tarde y ese hombre morirá con un leve suspiro que apenas sus nietos recordarán los siguientes años.
Segunda respuesta: en la literatura no existe el plagio. ¿Podemos acusar a Virgilio haber plagiado a Homero? ¿Podemos decir que La Eneida es una copia de La Iliada o de La Odisea? El gurú de los críticos literarios, Harold Bloom, dijo: “Shakespeare es el autor más original de la literatura universal”. También confesó: “Shakespeare se basaba en obras de Marlowe para componer las suyas. Marlowe fue como su maestro”. La literatura es tradición, es lectura de autores, es parricidio y a la vez composición. El escritor elige a un grupo de autores y los lee y aprende de ellos y a veces los homenajea en su escritura o como dijo Tarantino: “Yo no homenajeo sino robo”. Aún así en la literatura la palabra original es reemplazada por invención, esa invención que los griegos definían como “elementos que ya existen y son utilizados para la creación de una obra”.
Y Textos traicionados puede que se base en estas respuestas, pero no debo decirlo yo, sino el lector. Entonces no queda más que esperar y que ustedes lean esta obra. No quiero decir cómo fue hecha, a qué otros textos se remiten o qué exploraciones se dan a través de la lectura. Todo dejo en manos del lector quien sabrá apreciar o despreciar mi obra. Yo debo seguir escribiendo y tal vez, algún día, poder alcanzar alguna orilla.

TEXTOS TRAICIONADOS (DOS CUENTOS)

FRAGMENTO APÓCRIFO II
20 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Cuando entró vio a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca. Y él dijo: No tengas miedo. La buena nueva es que Jesús nazareno ha resucitado. La mala noticia es que Simón Pedro padece de necrofilia.


COLUMPIO
Mi mamá me mima, mi papá mima a mi mamá, mi mamá mima a mi hermano, mi papá me mima y a mi papá y a mi mamá se los llevan a la cárcel.

domingo, enero 23, 2011

El escritor cruceño Alejandro Suárez (Marat) ganó el primer lugar del Premio Nacional de Poesía 2010 Yolanda Bedregal




Por Marcelo Suárez R.

A través de 85 poemas en verso libre y con un estilo expresionista, el escritor cruceño Alejandro Suárez (Marat) describe las diversas expresiones de la realidad en un poemario fatalista titulado La muerte teme a los aplausos, el cual le ha hecho vencedor del Premio Nacional de Poesía 2010 Yolanda Bedregal.
El autor indicó que el poemario hace referencia a las sensaciones internas del ser humano hacia la realidad, en este caso las de la muerte y las de la vida. “Mientras haya aplausos, simbólicamente, mientras haya vida, la muerte no puede estar presente”, aseguró el flamante ganador.
Alejandro Marat tiene una amplia trayectoria en el mundo de la poesía en Santa Cruz. Su primer libro titula Espuma vertical (1992); a éste le siguieron Memorias del grial, Caballería del olvido, Ardiente ciudad ardiente y Tribulaciones selváticas. Fue ganador del Premio Municipal de Literatura 1996 y del segundo lugar del Premio Municipal de Literatura 2004 en la categoría cuento.
El jurado del premio literario, integrado por Georgette de Camacho, Jaime Martínez, Monserrat Fernández y Ariel Pérez, consideró que el trabajo de Marat contiene una voz poética original y logra un lenguaje constante y limpio.
A continuación, reproducimos algunos de los poemas incluidos en este trabajo con el que por primera vez un cruceño logra obtener el principal galardón de la poesía nacional.

Si la muerte no nos mata

Entonces ¿quién nos mata?
Los muertos en las huertas
comen manzanas yertas
Los vivos solo viven
momentos que reviven
Y el dolor no es de papel
sino piel sobre otra piel
El amor no es una lira:
es lágrima que se estira
La fama lanza a los poetas
a resistir en las grietas
Y la muerte tira sus dados
contra los seres extraviados
Mas todos por la verde senda
andamos vestidos de seda
y solo uno es el que queda
en el cementerio de piedra
Y la luz siempre es poca
cuando solo hay una boca
que sopla con hielo eterno
sobre los árboles enfermos
que buscan crecer en el cielo.

Si la muerte no nos mata
Entonces ¿Qué nos mata?
Lucha el músculo con eco
no ser un estéril hueco
Puñales mojan con redes
las entrañas de los seres
Y el mundo parece lavado
pero solo está enclavado
Cede el caracol sus sones
al pudor vil de los olores
Y la calma no llega nunca
al noble reino de la nuca (…)

PIEDRAS DE AMOR Y ODIO

Al respirar sentimos
la languidez de los huesos
Tal vez fuimos hechos
para la alegría
y no para los obligados funerales
Hechos un manojo humano
descalzos en el suelo
con un olor a huida ,
atraídos por la maravilla
o el espanto.
Quizás abrazando
un poder vandálico
o corriendo a la zaga
de una horda
de héroes espantadizos
y cobardes
¿Qué somos?
¿Qué buscamos?
Y es tan frágil y feroz
lo que hay
en el fondo de las vidas
sostenidas por unas manos
que aprietan amor
y otras que arrojan odio.
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Sombras humanas a contraluz
son llamados por la muerte
y solo los vivos luchan urgente
a ver quien se queda con la luz

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Y la muerte pasa
y corta corazones y bocas
El amor lucha por sobrevivir
Solo los muertos reclaman
la luz perdida
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Caemos y deliramos y así pretendemos perpetuarnos hasta que nuestra cabeza acaba despeinada sin un pelo que la sostenga y un pensamiento que la alumbre porque viajeros somos, más también ahogantes del último y derrocado viaje. Así como la oscuridad atrae a los difuntos y el suelo al lance, así huimos de una primavera heroica hacia otra primavera encajonada con los ojos más abiertos que un crápula y convertidos en polizontes confesos, estropeamos la belleza que nunca pudimos tocar.

sábado, enero 22, 2011

“El conjuro juliano y la falsificación de Leonardo”, de Raúl Rivero Adriázola


Narraciones históricas entrelazadas, con un toque de humor y entretenimiento se juntan en la novela “El conjuro juliano y la falsificación de Leonardo”, de Raúl Rivero Adriázola, libro que se presenta este miércoles 26, en el auditorio de la Transportadora de Electricidad (TDE), a las 19:00.

“El libro nace de una reunión de amigos donde se hablaba de El Código Da Vinci, y les decía que ese libro es… cualquier cosa. Y ahí fue que se me ocurrió la idea de hacer un libro histórico y de paso es un homenaje a Alejandro Dumas ya que uno de los personajes es Aramis”, relata el autor de este libro.

Rivero cuenta que en este libro se pueden encontrar muchas referencias, “como una especie de guiño al lector”, y en el que se descubren a varios personajes de la historia universal, entre ellos, como el nombre de la obra lo indica, a Leonardo Da Vinci.

“Es un divertimento histórico porque tiene ene hechos históricos, recorre casi 1.750 años de historia de Europa y todos en su momento, en el contexto, cuando sucedieron los hechos, es decir, no me salgo del momento en el que han sucedido (los hechos) y he armado la novela de tal manera de que se respeten los momentos históricos… yo considero que es una novela histórica”.

Raúl Rivero se considera un fanático de la historia. “Es más, mi primera obra es un ensayo de historia”.

Esta última obra —que ya se introduce en el campo de la ficción— tiene, a decir de su autor, una fuerte influencia de Alejandro Dumas. “Es un estilo muy parecido al que impuso Alejandro Dumas con su panfleto, en el buen sentido del término”.

“El sentido del divertimento está en que dentro mi libro un vicioso de la literatura puede encontrar referencias a fácilmente 15 a 16 libros… no voy a decir cuáles para que el lector los pueda descubrir. Me he pasado el trabajo de no sólo contar una historia sino de insertar en ésta otras pequeñas citas de obras o personajes que ya son clásicas de la literatura”.

Este libro fue escrito en tiempo récord, tres meses y medio para 241 páginas, editadas en Los Amigos del Libro, y con prólogo del dos veces galardonado por el premio nacional de novela Eduardo Scott-Moreno.

“Es como dijo Umberto Eco en El Nombre de la Rosa, `me doy cuenta de que en la edad madura hay cosas que no se deben teorizar… hay que escribirlas`, algo tenía seguramente adentro y esa discusión que tuve con mis amigos despertó toda un verborrea”.

Raúl Rivero es economista de profesión pero un gran amante de la literatura. “Fácilmente, al año, me leo entre 60 y 70 libros. He escrito mucho sobre proyectos y ensayos, he sido articulista en el periódico… Para mi escribir no es ninguna novedad, pero como novela ésta sí es mi primera experiencia”.


Fuente de la informacion : (Periodico Los Tiempos,Cochabamba)

viernes, enero 21, 2011

CÚANDO TE LLEVABA A COMER PESCADO : Poema inedito



Por Miguel Lundin Peredo

Doy un paso lento por los horizontes de la memoria

me pierdo en dudas,preguntas y dolores.

Quisiera poder comprar un poco de amor

al pasado,quisiera no recordar tus palabras

cuando te llevaba a comer pescado.



El sol es el mismo de aquellas tardes,

mi cuerpo sueña con pechos de cristal

que se niegan a ser ceniza en las neuronas

del olvido.



Esta tarde me sentare en una roca,en la playa.

Mirare el mar silencioso y recordare tu cuerpo

desnudo que siempre ha sido la excusa

de mis masturbaciones .





Dormire despierto,me vere en otra epoca,

en otro mundo,cuando la herida no existia

en la piel de lo prohibido y deseada

union con tu universo genital y profundo.

jueves, enero 20, 2011

Yo que trabajaba como un animal : (Poema Inedito)



Por Miguel Lundin Peredo


Ayer,me dijistes que ya no eras mia,

que tus labios ya no tenian mas deseo

de sentir mas la inquietud de mis

besos .



Dijistes que no deseabas verme

llorar por esa decision tuya,yo

acostumbrado a tus impredecibles

ideas te dije cruzandome de brazos

que te vaya bien.



Yo que trabajaba como un animal

para pagarte tus caprichos con

la silicona.



Te dije,que eras ingrata,porque

a mi nadie antes me habia

enviado al inodoro con un

beso traicionero de hiedra

salvaje.



Te reiste mientras yo miraba tu boca

fumarse la marihuana de mi hijo.

Y pensar que yo pude casarme con

una mujer mas leal que tus nalgas.



Que vida de problemas,

creo que mejor es que

otro te regale sus enemas.

martes, enero 18, 2011

Cuentos escogidos Willy Camacho




Willian Camacho

Nacido en La Paz, Bolivia. Narrador, guionista y gestor cultural. Su obra hace de la ironía una fiesta, por ello el lector que se acerque a sus textos deberá estar pendiente de lo que no se dice, de lo que se calla. Como él mismo se denomina es un ser urbandino que refleja en sus escritos lo cotidiano de los seres urbanos en el momento mismo del desajuste, del quiebre y del desequilibrio, sin pretender para ellos una salida piadosa o un final feliz –que en algunos casos, pocos, suele darse–. Trabajador nocturno e implacable con su prosa, hace de Willy un gran presente en las letras bolivianas.
Premios: Premio Franz Tamayo 2006 Amalia Gallardo 2008.

lunes, enero 17, 2011

Amargo despertar :Lo nuevo de Héctor Revuelta Santa Cruz



Este libro reune una variedad interesante de cuentos que desnudan la cosmofilosofia del hombre y sus temores, esperanzas y victorias,es el tercer libro de un autor que promete muchas lecturas diferentes y llenas de entretenimiento.

Biografia del autor

Héctor Revuelta Santa Cruz nació en Cochabamba, Bolivia. Curso la primaria y la secundaria en el colegio La Salle de esa ciudad. Hizo sus estudios universitarios en la Universidad de Córdoba, Argentina y en la Facultad Nacional de Ingeniería de la Universidad Técnica de Oruro. Es Ingeniero Civil, y se ha desempeñado como consultor de varios organismos internacionales. Elaboró más de cincuenta estudios relacionados con el transporte. Desde hace 34 años es catedrático de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Mayor de San Andrés. Como aficionado a la fotografía ganó varios concursos nacionales y departamentales. Publicó su primer libro de cuentos titulado Mi Viejo Zapato el año 2004; el segundo, con el título, Para Prueba no Basta un Botón, el año 2006. Este es su tercer libro también de cuentos.

domingo, enero 16, 2011

Isabel Mesa :«No hay que prohibir libros»





«No hay que prohibir libros»

Isabel Mesa / Escritora

- ¿Cómo se encuentra la literatura infantil en Bolivia?
- En estos últimos 10 años la literatura infantil en Bolivia ha avanzado en relación a otros países de Latinoamérica. Hay autores que están haciendo literatura contemporánea y han dejado atrás la literatura de la moraleja. Gracias a la Internet podemos conocer lo que se está haciendo fuera del país; este elemento es muy importante para poder realizar una literatura propia. Estamos hablando de un repunte del sector y de un apoyo increíble de las editoriales, porque se han dado cuenta que la literatura infantil es el primer paso para leer la literatura de adultos.
- Desde el punto de vista literario ¿cómo se ha insertado Bolivia a la globalización?
- Fenómenos como Harry Potter y Crepúsculo conllevan un marketing increíble con el fin de hacer una película. En Bolivia tenemos una literatura que antes no había, gracias a que los profesores están introduciendo títulos actuales a las escuelas.
- ¿Cuáles son los peligros en la literatura infantil? ¿Usted cree que las lecturas deben ir acorde con la edad?
- No creo mucho en lo de separar a los libros y decirles no a los niños en cierto tipo de lectura. Si bien las editoriales marcan las edades de los niños en los libros con el fin de orientar a los padres, sólo el niño puede saber hasta dónde va a llegar. Un infante de 3 años difícilmente podrá leer un libro para otro de 12. Los peligros en esta clase de literatura se dan entre 12 y 14 años. Uno de 16 ó 18 años ya está listo para leer a un García Márquez o a un Vargas Llosa, ¿por qué no? Lo ideal es saberlo orientar. No creo en la separación de edades. Me gusta que el niño elija lo que quiera leer, creo que para los pequeños no hay ningún peligro.
- ¿Debe haber una autorregulación de las lecturas?
- Más que una autorregulación, sería un consejo. Se debe compartir con los chicos y siempre preguntarles qué están leyendo. El hecho de decir no, puede alejarlos de la literatura. A la literatura no hay que regularla ni prohibirla, sino aconsejarla y compartirla.
- ¿Qué lee el niño de hoy?
- Al niño le interesa todo lo que vaya relacionado con la tecnología, como videojuegos y temas de computación, pero también le gusta el deporte, el romanticismo y la magia cuando se identifica con algún personaje.
- ¿A los niños les interesa conocer más de nuestro país?
- Va a depender de la manera en cómo le mostremos nuestro país. Al niño de por sí no le gusta leer, a no ser que haya alguien que le contagie este hábito.
- ¿Es rentable la literatura infantil en Bolivia?
- En ningún país la literatura es rentable, ni infantil, ni juvenil, ni para adultos. Para vivir de la literatura tendrá que ser un autor que venda millones de copias.
- ¿Qué se necesita para que este repunte se logre mantener?
- Es muy difícil. Bolivia es un país con pocos autores. El año pasado se publicaron 39 libros para niños, número interesante pero aún así es poco. Es una pena que en el país no haya ninguna carrera que tenga una materia de literatura infantil.
- ¿Qué recomienda a los escritores?
- Los autores deben estar a la par de lo que se produce en otros países, ensayar nuevas formas de escribir, cambiar capítulos, escribir al revés, varias las lecturas, etc., también deben asistir a charlas internacionales.

sábado, enero 15, 2011

Literatura hecha por mujeres





Por Juan Pablo Rodríguez Camacho

Si partimos del hecho de que son mujeres las que traen grandes novedades en cuanto a búsqueda, temáticas, estéticas, debates y propuestas, en los distintos escenarios artísticos e intelectuales del país, no es necesario argumentar demasiado para detenerse a reflexionar sobre su protagonismo en la XI Feria Internacional del Libro de Santa Cruz.
Las bolivianas han alcanzado un podio que fue forjado por distintas autoras en diferentes generaciones, desde Adela Zamudio, Yolanda Bedregal, Blanca Wiethuchter hasta Giovanna Rivero, que lidiaron en un sistema predominantemente masculino, para que hoy ya no se debata, sino se reconozca a plenitud, su aporte trascendental a la literatura nacional.
¿Qué posibilidades de escribir tiene la mujer boliviana? ¿Qué posibilidades tiene de que su literatura sea tomada en cuenta? ¿Cuáles son los roles asignados a hombres y mujeres? ¿Quiénes establecen esos roles? Son preguntas que, prácticamente son obsoletas hoy en día. Nuestras autoras ya no se cuestionan sobre esos aspectos agotados, ahora se ocupan de generar mayores espacios y de articular colectivos más visibles.
Las poetas Emma Villazón Richter y Albanella Luena Chávez-Turello, que pertenecen a una generación ya liberada de las preguntas del siglo XX, coinciden en que una mujer escribe con el cuerpo.
“Es muy diferente escribir teniendo un cuerpo masculino o femenino, porque hay valores y significados distintos de los órganos genitales y los senos. Por ejemplo, si hablamos de una narrativa que describa un secuestro será diferente el tipo de lenguaje y discurso que utilice una mujer”, explica Luena Chávez-Turello, que presentó el poemario Cuadernos de notas.
“Es necesario que haya un sentimiento, más que una intención, de unificación de las autoras, pues desde la crianza nos educan para formar equipos de niñas y nos estamos dando cuenta que juntas podemos ser más fuertes, porque separadas nos perdemos en el mar de escritores”, añade Luena Chávez-Turello.
Por su parte, Villazón que ofreció una conferencia sobre la literatura de las autoras nacionales Adela Zamudio e Hilda Mundy en el ciclo Lugares periféricos, conferencias sobre escritores de culto aún no canonizados en el Centro Cultural Simón I. Patiño, sostiene que hay sensibilidades distintas entre el hombre y la mujer a la hora de escribir.
“Porque interviene su cuerpo, la historia social y la biografía individual”, dice la poeta. “Son varios factores que crean una sensibilidad y marcan diferencia”, añade.
Ese registro femenino al que hacen referencia las poetas fue expuesto y legitimizado por escritoras clásicas y universales como Simone de Beauvoir, Virginia Wolf, Marguerite Duras y las ‘malditas’ Alejandra Pizarnik y Clarice Lispector, cada una con su propia batalla por reflejar una identidad de mujer, aunque hubieran renegado de aquel concepto por considerarlo un ‘privativo de libertad’, al asociarlo a su condición y a los roles asignados por una sociedad machista.
Liliana Colanzi que presentó en la FIL el libro de cuentos Vacaciones permanentes afirma que su generación está embarcada en proyectos narrativos muy diversos. “Más que en ninguna de las generaciones anteriores, hay una apuesta por la literatura como una profesión y ya no como un pasatiempo o como una actividad complementaria”, explica la escritora.
Y la diferencia generacional es muy marcada en la literatura hecha por mujeres en el país, pues mientras las hijas de la superación de los debates del siglo XXI tienen como objetivo alcanzar una calidad más alta, las autoras de la lucha por la amplitud de los espacios literarios se atrincheraron en la producción de literatura infantil y juvenil, como Angélica Guzmán, presidenta de la Sociedad Cruceña de Escritores, que dice sentirse orgullosa del aporte que hace a las generaciones más jóvenes al inculcarle valores y compartir con ellos las experiencias que acumuló a lo largo de sus años de vida.
“Trato de acercar a los más jóvenes a la naturaleza que nos rodea adaptándola a la mitología de nuestro pueblo”, dice Guzmán, que presentó Nuevas leyendas cruceñas.
Como ella, Biyú Suárez, Fanny Luz Rizo, Fanny Moreno de Díaz, Gigia Talarico, María Julia Sueldo, Teresa Arduz, María Sarah Mansilla, Isabel Mesa, María Aguiar y Lidia Meriño, se dedicaron a escribir literatura infantil y juvenil, quizás aprovechando, como sostiene Mansilla, una de la autoras más exitosas de las últimas dos versiones de la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz con la saga de Benjamín, esa experiencia y sensibilidad que sólo se forma siendo hija, madre, abuela, esposa, y particularmente, amiga.
La literatura boliviana tiene una búsqueda franca de mejor calidad y también figura femenina.

Publicaciones

Infantil. Versificaciones, de Fanny Luz Rizo, Nuevas leyendas cruceñas, de Angélia Guzmán; Los cuentos de Tía Engracia, de Fanny Moreno de Díaz; Cuentos de niños y gatos, y Dicen que en mi país, de Giglia Talarico; César va al Titicaca, de María Aguiar; El estanque azul, de Lidia Meriño.

Juvenil. Paralelo 22, de Biyú Suárez; Benjamí y el canto de los bosques, de María Sarah Mansilla.

Narrativa. Vacaciones permanentes, de Liliana Colanzi; Lluvias, Centa Reck.

Poesía. Cuaderno de notas, de Albanella Luena Chávez-Turello; Las moradas transitorias, de Matilde Casazola.

Investigación. Mujeres de costado, de Magela Baudoin

viernes, enero 14, 2011

Amor, fútbol, sexo : Si tú encuentras a Mari Jo



Por Ariel Mustafá Rivera

Amor, fútbol, sexo. O tal vez en otro orden, al final da lo mismo. Que no se crea que estoy hablando de tres de las más grandes pasiones de los hombres (y mujeres), no; me refiero a los tres pilares que sostienen Si tú encuentras a Mari Jo, la novela que tiene entre sus manos. Si bien el amor y el sexo son frecuentes en nuestra literatura, Gonzalo Lema acerca ambos temas a un tercero muy poco transitado: el fútbol. Extraño, tomando en cuenta que nuestras muchas frustraciones y muy pocas satisfacciones provienen de él. Contando la historia desde los camarines, la cancha, los estadios Lema no se conforma con mostrarnos el fútbol desde adentro, explora, además, en la persona del Granuja, los cambios que se operan en quien ve de pronto crecer sus ingresos hasta lo insospechado y, con ellos, dejar de ser parte de la periferie para acercarse, socialmente, a un espacio al que no pertenece. Mari Jo es el amor, la explosión del sexo, el glamour, el otro que nunca podremos ser. El fútbol, sólo la excusa.

jueves, enero 13, 2011

Alejandra de Eric Reyes Villa




Sucre. Los hechos históricos recientes, aquellos que todavía no han sido escritos. La lucha por la capitalía plena. Los muertos de la Calancha. Sucre. Sus costumbres. La sociedad conservadora. La ciudad de los estudiantes y de la Corte Suprema de Justicia. Para Alberto y Alejandra –protagonistas de la novela– Sucre será también la ciudad del encuentro, del amor y de la plenitud. Pero Eric Reyes Villa sabe combinar estos elementos con los otros que nos ofrece la vida, aquellos que aparecen sin buscarlos, los opuestos, sus contrarios: la hipocresía, la deslealtad, el horror. Al interior de la novela, durante nuestra lectura, maduran las sensaciones vividas por aquellos que, muchas veces sin quererlo, se ven envueltos en misteriosos acontecimientos antes impensables. Alejandra es la presencia de la mujer y de la entrega. Del amor carnal pero también del amor a los otros. Donde las consecuencias, las “facturas”, siempre se pagan. Ariel Mustafá

miércoles, enero 12, 2011

Sisinia Anze : "Pierdan el miedo a escribir,siempre existirá gente a la que le guste lo que escriben"


Por Miguel Lundin Peredo

Sisinia Anze es una joven escritora nacida en Cochabamba que ha debutado en el mundo narrativo boliviano con la publicación de su primer novela titulada "El abrigo Negro",un libro de suspense y ciencia-ficción que relata la vida del protagonista llamado Jacinto Choque Quispe, un muchacho soñador de 19 años,un joven minero de Huanuni, una población en Oruro, Bolivia,
El Abrigo Negro,es un relato que combina hechos históricos que acontecen en realidades y tiempos dísimiles.La tragedia de una muchacha judía victima del racismo desenfrenado en campos de exterminio nazis, se condensa en dimensión sobrenatural en el abrigo que, siguiendo las pautas económicas y la globalización de nuestro tiempo, va a dar a un mercado andino de ropa usada. El muchacho minero que lo adquiere, recupera también y se impregna de los viejos demonios que lo habitan.
En esta entrevista Sisinia Anze nos cuenta sus preferencias narrativas,sus influencias y primeros coqueteos con la pagina en blanco.

1.- A que edad comenzantes a escribir seriamente??

Sisinia Anze : Seriamente??? a los 28 años

2.-Que autores fueron tus primeras influencias narrativas?
Sisinia Anze: Alejandra Pizarnik, Vargas Llosa, Matilde Asensi, Alejo Carpentier,Alfonsina Storni, Mario Benedetti

3.-Que opinas de la narrativa boliviana actual?
Sisnia Anze : Pienso que la mayoría de los escritores bolivianos se han dedicado a resaltar la parte política del País.

4.-Porque escribes?

Sisinia Anze: Escribo porque me apasiona

5.-Cual fue el proceso de escritura de "El abrigo Negro"?
Sisinia Anze :Empezó siendo una idea, pasó a ser un sueño y terminó siendo una meta que logré alcanzar gracias a mi padre.

6 cuales son tus proximos proyectos narrativos?
R.- Estoy corrigiendo una novela de ciencia ficción, que trata sobre la clonación de Cristo... aunque con los avances de la ciencia ya no es tan ficción.


7 Podrias resumir el argumento de tu primera novela?

R.- Mi primera novela se llama Segundo Advenimiento, y es sobre la clonación de Cristo. Trata sobre un científico que quiere clonar a Cristo a través de una muestra de sangre del manto de Turin.... Engaña a una mujer para implantarle el ADN de Jesús y así llevar a cabo su demencial propósito, creyendo fervientemente que era la única manera de hacer realidad la promesa de Jesús; volver para salvar a la humanidad.


8 Empezastes tu oficio literario escribiendo poesia o narrativa?
R.- directamente narrativa....

9 Para finalizar,puedes dar algunos consejos para los autores noveles?

Primeramente, que pierdan el miedo a escribir, que sepan que siempre existirá gente a la que le guste lo que escriben, como también habrá gente a la que no... pero eso no tiene que ser un freno, si no un aliciente para ir creciendo como escritores..... las críticas deben ayudar a mejorar no a claudicar.

martes, enero 11, 2011

SEBASTIÁN MOLINA : Ganó el Premio Semifusa 2010 de Literatura



Sebastián Molina Barbery nació en Santa Cruz el 26 de septiembre de 1985. Escritor, poeta y comunicador social, usa la internet para difundir sus cuentos y poesías. En sus sitios web y sus blogs, ha convocado la atención de muchos jóvenes cibernautas que comparten con él sus inquietudes literarias y les induce a explorar sus talentos artísticos. Esta iniciativa lo ha convertido en un líder virtual que atrae a la juventud hacia las manifestaciones del espíritu y el intelecto, induciéndolos a usar su creatividad y talento para transformarlos en poesía.
La Internet ofrece las infinitas posibilidades del contacto entre individuos que perfectamente pueden estar distanciados por miles de kilómetros. En este contexto se ha instituido el Premio Semifusa, en el que concursan jóvenes poetas de todo Sudamérica. Sus trabajos pueden ser leídos y evaluados en la red por una enorme cantidad de público de muchos países, que también puede elegir su preferencia y emitir su voto ‘on line’.
En este medio contemporáneo, que los jóvenes mejor que nadie usan y explotan con ventaja, es que Sebastián ha obtenido la mayor votación que le significa el primer lugar en la versión 2010 del original y novedoso premio.
La obra poética de Sebastián refleja matices la intimidad espi-ritual y emocional de su juven-tud, a través del uso de una forma poética originaria del Japón mile-nario: el haiku, que busca la belleza y la profundidad del pensamiento en la sencillez de la palabra y la simplicidad de la frase.
El poema haiku es corto y conciso, y sigue unas sencillas reglas de composición que juegan con la aritmética elemental de los números cinco y siete, que son la cantidad de sílabas que contiene el verso. Muy influido por la filosofía y la estética del Zen, en su austeridad y asimetría se manifiestan la libertad y la eternidad. En su trabajo puede también notarse una fuerte y saludable influencia poética de figuras como las de Jorge Luis Borges, Octavio Paz y Mario Benedetti.
Podría resultar extraño saber que un joven poeta busca marcos formales y referencias expresivas en una manifestación propia de una cultura tan lejana como la japonesa, pero luego de leerlo y de recordar que vivimos en un mundo estrechamente interconectado se puede comprender su posición.
La Internet, por otra parte, es el medio de expresión libre de los jóvenes, los adolescentes y los niños, verdaderos amos y señores de este espacio de encuentro. Al ver cómo ellos usan el lenguaje simplificándolo al extremo para comunicar sólo lo imprescindible, puede encontrarse también una lógica coherente con el haiku, paradójicamente florecido en el pasado remoto y al otro lado del mundo.
Sebastián ha publicado dos libros de poesía: Después de Este Silencio, en 2005 y Otra vez el silencio, en 2007, y ha presentado en el portal Letralia su cuento Una Tarde Cualquiera.
Su premio reconoce su talento, tanto como su accionar acorde con los tiempos y la tecnología actuales. Estamos ante la presen-cia de un poeta contemporáneo.


Fuente de la información :"Suplemento cultural,Brújula,El Deber"

lunes, enero 10, 2011

Crónicas de un investigador : La historia novelada de Julio César Quiroz Veliz




Por Juan Pablo Rodríguez Camacho


Policial. Crónicas de un investigador

Julio César Quiroz Veliz es un detective que decidió publicar sus casos más destacados desde su época como oficial de la Policía y cómo investigador privado. Con una trayectoria de más de 30 años, revela la intimidad de uno de los oficios que la literatura convirtió en un género cautivante. Brújula hace una revisión de Crónicas de un investigador.
Cuando se llega a la escena de un homicidio se hace un rauteo (marcar el lugar donde se encuentra el cadáver), para que el investigador regrese al lugar y realice el peritaje. El detective revisa el sitio e imagina lo que haría si quisiera victimar a alguien y qué conducta tuviera si fuera atacado, o sea, tiene que suponer tres personalidades: la de atacante, la de víctima y la de investigador. Todo esto para atar cabos.
Durante 20 años, Julio César Quiroz Veliz realizó este ejercicio. “incluso hay que hablar con el muerto”, explica este ex sub oficial 2do., que esclareció crímenes desde 1978 hasta 1998 en la División Homicidios en la Policía Nacional. “Vengo de una familia de investigadores, mi padre y mi madre trabajaron en la Policía, es mi esencia”, agrega Quiroz, que a partir de 2000 es detective privado, en su propia Agencia de Investigación.
Y a pesar que desde 1996 publica novelas policiales como Con las horas contadas, El Sueño de la libertad (1998) y Operación en Rhode Island (2005), es la primera vez que decide narra hechos verídicos que esclareció, revelando casos que durante años permanecieron bajo el rótulo de ‘Confidencial’. “Me llevó muchos años decidirme a escribir esta serie de relatos; luego de meditar por algún tiempo, pude reunir el suficiente valor para aceptar el riesgo profesional”, afirma.
En Crónicas de un investigador, libro que contiene 19 historias más un glosario de términos policiales y del hampa criminal, Quiroz narra en primera persona casos que bien podría protagonizar Santiago Blanco, el personaje que el escritor cochabambino Gonzalo Lema ideó en su saga policial (Un hombre sentimental, Dime contra quién disparo y Fue por tu amor, María). Blanco es una especie de Sherlock Holmes criollo, dijo alguna vez Adolfo Mier Rivas.
Y es que las historias policiacas son muy seductoras, no por nada los célebres escritores argentinos Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges eran aficionados al género. Es más, editaron una selección de sus ficciones favoritas con el título de Los mejores cuentos policiales, una antología que reúne obras de Agatha Christie, Eden Phillpotts, H. Bustos Domecq, Graham Greene, William Faulkner, Arthur Conan Doyle, Edgar Allan Poe, Gilbert K. Chesterton, Robert Louis Stevenson, Anthony Berkeley y Georges Simenon.
Además, cabe destacar a otros maestros del género como Raymond Chandler, James Ellroy, Maj Sjöwall, Robert Bloch, Dashiell Hammet, Stieg Larsson, Henning Mankell, Hillary Waugh, Ross McDonald. Y en Iberoamérica resaltan Alicia Giménez Bartlett, Francisco González Ledesma, Vázquez Montalbán, Milton Fornaro, Fernando López, Lucio Yudicello y Ramón Díaz Eterovic.
La literatura policiaca es un género poco cultivado en la narrativa boliviana, sin embargo sobresalen obras de Juan de Recacochea, Wilmer Urrelo, Edmundo Paz Soldán y Gonzalo Lema.
Sin embargo, en Crónicas de un investigador no hay un uso literario del lenguaje como en las ficciones de escritores, sino más bien, una narración parecida a la que se utiliza en un informe policial o en actas judiciales, esto hace que el lector tenga una sensación de revelación.
Y vaya que son revelaciones. Quiroz se atreve a develar la aprensión que hizo a tres ‘novios de la muerte, un grupo de mercenarios extranjeros comandados por el alemán Klaus Barbie, un criminal de guerra nazi, que manejó la inteligencia del país en la dictadura de Luis García Mesa.
Quiroz se ocupó por casualidad de la detención del francés Jean Leckler, de la captura de Fernando Monroy Mungia, que según Quiroz, dirigió el ataque a la sede de la COB en la ciudad de La Paz, el 17 de julio de 1980, donde fue asesinado Marcelo Quiroga Santa Cruz. Y la del alemán Herbert Koplin, un armero nazi líder de ‘los novios de la muerte’.
Además de casos como el de Los Metralleta, una banda que atracó librescambistas y los asesinó, o el de Julio Calvimontes Schulber, un extorsionador de homosexuales, que fue calificado como psicópata ya que declaró: “para mí matar a un hombre es como aplastar un mosquito”; o la protección a los informantes. “Los informantes son los oídos y los ojos del policía en la calle”, señala.
Pero no todas las historias están relacionadas con sangre, de su etapa como investigador privado, Quiroz relata los casos una empresa familiar que sufrió el robo de $us 100.000 por uno de sus propietarios, la falsificación de una marca famosa de shampoo o el descubrimiento de la homosexualidad de un ministro de estado por parte de su esposa. Obviamente, Quiroz se reservó los nombres reales de estos casos.
El investigador dice no tener enemigos. “He tratado de concientizar a los aprehendidos, reflexionan y se van con un apretón de manos a la cárcel”, explica.
Finalmente, Quiroz afirma que su oficio es como el juego del bandido y el policía. “Si te tocó perder, pierdes, no hay vuelta



Fuente de la informacion : "Artículo publicado en Brújula, suplemento cultural del Diario Mayor EL DEBER Santa Cruz de la Sierra - Bolivia, Sábado 8, enero de 2011"

domingo, enero 09, 2011

La poesia de Syrel F. Rodríguez Alvarado



Por Miguel Lundin Peredo

Syrel F. Rodríguez Alvarado es una joven poetisa que ha publicado 3 poemarios: Refugio de Amor , Sentimientos, y Garabatos de pasión y cadenas de amor.
En sus metaforas poeticas se puede apreciar una poesia madura,dueña de un arte capaz
de sintetizar la vida y el dolor de la ausencia,de atrapar a la muerte en una palabra secreta y de liberar el amor de su esquina solitaria en nuestros corazones,Syrel ha logrado crear una poesia intimista que sacude lo mas profundo
de la mente con metaforas que despiertan el lado sombrio del deseo,hay muy pocas
poetisas que atrapan un mundo en las paginas de sus libros,Syrel logra atrapar no solo el mundo que le rodea si no tambien atrapar el caos de la carne,sus poemas son paridos con el dolor de una epoca especifica,el nuevo milenio,es un sentimiento orgasmico lo que se lee en cada frase escrita en los poemas que ella escribe.


DÉBIL Y COBARDE

de Syrel F. Rodríguez Alvarado


Mezcla de dicha y dolor

de duda y certeza

eres tan inconstante

tan débil y cobarde,

en un corazón que no late

solo resuena en fantasías

en un cuerpo vacío de calor

Víctima culpable???



…simplemente débil y cobarde



Pecado que pusiste a tu piel

con una lágrima siempre tan cerca

donde resuena el eco del dolor

en un lugar impreciso,

en un tiempo inadecuado,

almacenando en tu memoria

superfluos pretextos

Todavía te sientes culpable??

en tu loca cordura

aún eres Débil y Cobarde

sábado, enero 08, 2011

Gatutez : La imaginación de Marcelo Guzmán Tudela




Periodista:Javier Badani


A los dos años, este cruceño comenzó a leer. Y para cuando cumplió tres ya contaba con decenas de historias breves que ahora nutren el primer libro de cuentos del novel escritor.

La imaginación de Marcelo Guzmán Tudela parece no tener límite. A sus tres años, este niño cruceño comenzó a sorprender a sus padres con narraciones de personajes y mundos inexistentes. Seis años después, sus historias fantásticas han dado vida al libro de cuentos breves Gatutez. Gatos terrestres y voladores, publicado por la editorial Kipus.

Marcelo —cuyo nombre artístico es Velo— tiene nueve años y vive actualmente en San Ignacio de Moxos (Beni). Comenzó a leer cuando tenía dos años. Doce meses después, sus progenitores se animaron a publicar una cartilla artesanal con algunos de los relatos del niño. Le siguieron otras dos cartillas.

“Al principio lo tomábamos como una simple ocurrencia y por eso no tomábamos nota de lo que nos contaba. Sin embargo, luego nos dimos cuenta de que los cuentos tenían un sentido claro”, explica Ismael Guzmán, padre del novel escritor.

Los progenitores de Marcelo comenzaron a transcribir en el papel las narraciones de su hijo y, posteriormente, optaron por comprarle una grabadora para que, cada vez que lo deseara, el niño capturara su creatividad.

“Un tigre terrible tenía mucha hambre y quiso ir a la luna a comérsela y entonces saltó desde el suelo hasta la punta de un árbol de tamarindo alto y de ahí dio otro salto y llegó a la luna y le comió un pedazo”, comienza el cuento breve titulado El tigre terrible.

En el libro —que se lanzó en la más reciente versión de la Feria del Libro de Santa Cruz— se presentan historias vinculadas al espacio cósmico que tienen como centro ‘El mundo del idioma de los lokotos’. Sus relatos transitan por planetas, estrellas y galaxias. Uno de los personajes principales de Gatutez es Watzquitzabent, “un conejo de Lima que corre como un perro y que llega a volar”, explica.

“La verdad es que me gusta hacer cuentos, pero me quita mucho tiempo en la escuela; igual sigo imaginando historias. Ahora estoy trabajando en una novela chiquita que igual tendrá como protagonista a los animales. El problema es que me ‘desinspiro’ tan rápido como me vuelvo a inspirar”, explica este niño que actualmente estudia la interpretación de flauta traversa en la Escuela de Música de San Ignacio.

Marcelo Guzmán confiesa que detesta las clases de Ciencias Sociales. En cambio, prefiere las de Ciencias Naturales. “Es muy temprano para saber a qué me voy a dedicar cuando sea grande, pero creo que haga lo que haga, me dedicaré a la naturaleza de mi patria”, manifiesta el escritor.


Fuente de la informacion: "Periodico La Razon,La Paz"

viernes, enero 07, 2011

Alan Castro Riveros : “Conócete a ti mismo”. Luego sabrás y podrás hacer lo que te venga en gana



Alan Castro Riveros (La Paz, 1981) es un habitante del barrio de Miraflores. Publicó narraciones y ensayos en contadas revistas y antologías. En el año 2009 fue seleccionado para el Programa de Residencias Artísticas para Creadores de Iberoamérica en México, donde expuso fragmentos de su escritura dentro de una tumba-reloj-cubículo en la que cabía una sola persona. Esta instalación fue parte de la Segunda Muestra de Arte Iberoamericano. Por otro lado, fue parte de la Carrera de Literatura de la Universidad Católica Boliviana y se divirtió mucho en la primera versión (2007-08) de la Maestría en Literatura.

Por Miguel Lundin Peredo

1 ¿Cuándo comenzaste a escribir, a qué edad?
A los seis años aprendí a escribir. Mi abuela me regaló una pequeña imprenta de juguete, con sellos de goma. Era un juego que requería paciencia: había que poner cada letra una por una, con cuidado de no ponerlas al revés. Lo utilicé para hacer un periódico titulado “La llama”. No recuerdo exactamente su contenido, pero lo regalaba a amigos y familiares. Luego, a los ocho años conformé un grupo de teatro junto a mis amigos de barrio, con el fin de presentar nuestras obras en una salteñada navideña que mi abuelo organizaba cada año. Nunca representamos ninguna obra, pero escribimos algunas. Me gusta recordar una en especial, donde un maleante se disfrazaba de Papa Noel para robar el niño de la iglesia de San Francisco. Sería genial encontrar ese drama ahora, pero quién sabe dónde quedó entrepapelado. La escritura, en la infancia, fue un juego amistoso, feliz y extrañamente minucioso. En mi adolescencia me divertí haciendo un fanzine de música metalera. Recién a los dieciocho años tuve la brillante idea de meterme seriamente en el juego y pensé que tal vez ése era mi oficio; a los veintiuno lo comprobé.

2 ¿Qué escritores son tus autores favoritos?
Son varios, pero siempre vuelvo a Jaime Saenz, Jesús Urzagasti, Maurice Blanchot, Macedonio Fernández, Felisberto Hernández, Pascal Quignard, Dante Alighieri, Witold Gombrowicz, Walter Benjamin, Georges Didi-Huberman, James Joyce, Samuel Beckett, entre otros.

3 ¿Qué opinas de la actual narrativa boliviana?
Es bastante diversa. Por suerte, la idea de que la literatura solamente “cuenta historias” está desapareciendo, y he visto algunos autores que realmente tienen una apuesta estética personal, sincera y potente. Por otro lado, también he advertido escrituras que parecen haber renunciado al reconocimiento de un estilo orgánico propio y se dejan seducir por la tendencia de turno, con la ilusión de que “escribir bien” es ser demasiado respetuoso con la receta que le funciona a algún narrador de fama mundial. Sin embargo sé que esa inocente creencia se hará añicos cuando tomen conciencia de ella. De todas maneras, uno aprende de toda esta diversidad y eso es altamente saludable.

4 ¿Qué te inspiro la escritura de "Aurificios"?
Yo entiendo la inspiración como los trágicos griegos entendían la anagnórisis. Por tanto, diría que en cierto momento llegué a un umbral donde sentí que era un desconocido para mí mismo, no entendía nada de lo que pasaba a mi alrededor y menos en el mundo o el universo. Debía remediar la perturbación que eso me causaba. “Aurificios” es la trama de ese remedio entrevisto. En resumidas cuentas, todo lo que vi, sentí y pensé en ese tiempo fue una inspiración en cuanto era un misterio.

5 ¿Podrías resumir la trama de la novela?
La novela trata sobre la búsqueda del oro (así, en abstracto) a la que se lanza un investigador. Es una novela de ciento once capítulos cortos. El investigador es un personaje casi invisible, presentido, al que muchas veces se le habla en segunda persona. De hecho, sólo hay dos capítulos dedicados enteramente a él y algún otro en el que lo visualizamos esporádicamente. Cada capítulo es una especie de confidencia de cierto personaje sobre el paradero del oro. Si bien cada personaje, en cada capítulo, da una versión diferente sobre el asunto, hay muchos hilos que se desprenden y se conectan subterráneamente, y la verdadera trama de “Aurificios” está ahí debajo. Por otro lado, hay una historia paralela que se desliza en la novela: el nacimiento de un autor al que se lo espera para que escriba una novela llamada “Los matices del oro”. Es esta trama paralela la que calibra, dispara y preña constantemente a la otra.

6 ¿Qué estás escribiendo actualmente?
En este momento estoy trabajando en una nueva novela.

7 ¿Qué género narrativo prefieres más, el cuento o la novela?
Ambos géneros tienen su espíritu y su encanto. Sin embargo, creo que la novela tiene más libertad formal y podría haber una novela llena de pequeños cuentos; sin contar que en la novela también se explora el ensayo y muchas veces la poesía y el drama. Pero como decía antes, el cuento también posee su magia, porque su golpe final es una anagnórisis, un reconocimiento súbito, y si el cuentista sabe dar ese golpe entonces resulta genial. La novela es infinita y no se limita a narrar una historia; por tanto, no importa tanto el punch final, sino el constante tramado del mundo que ahí se va conformando y reconociendo.

8 ¿Crees que La Paz no puede liberarse de la sombra de Saenz en las nuevas generaciones de narradores?
No veo a Saenz como algo de lo que haya que liberarse; es decir, no lo veo como un peso. De hecho, muchas de sus páginas me han resultado liberadoras en muchos sentidos. La escritura de Saenz es luminosa, seriamente humorística y de un estilo fulminante que sólo podría haber salido de las oscuras entrañas de la ciudad de La Paz. Por otra parte, Jaime Saenz es parte de una tradición literaria y artística en la que podemos incluir a antecesores como Arturo Borda e Ismael Sotomayor, entre otros. Es cierto que el estilo de Saenz es tan fuerte que es muy posible perderse en su lenguaje como si fuera el propio, sin darse cuenta, y pasar por una especie de Saenz-de-segunda-mano. La mejor manera de no caer en eso es conociendo muy bien de dónde salió esa fuerza, cómo se ha consolidado tal flujo lingüístico en la escritura de Saenz y qué caminos abre.

9 ¿Qué libro le regalarías a Haruki Murakami?
Le regalaría el mío y que él me regale el suyo. Así lo leería por primera vez.

10 ¿Qué opinas del premio Nobel recibido por Vargas Llosa?
No me sorprende. Me aburre.

11 ¿Que narradores de la nueva generación literaria en Bolivia recomiendas a los lectores?
La obra de Juan Pablo Piñeiro me parece una de las más ricas, consistentes y honestas que se van haciendo. Es una alegría saber que anda por ahí.

12 ¿Qué le dirías a los jóvenes que también quieren ser escritores y escritoras?
Sean sinceros consigo mismos, reconozcan su voz: lo que realmente piensan y sienten. Escribir es una de las tantas maneras de conocer y reconocerse, crear y recrearse, no es un acicate para inventar macanas o hacerse al interesante. La antigua sentencia del oráculo délfico es clave: “Conócete a ti mismo”. Luego sabrás y podrás hacer lo que te venga en gana.

jueves, enero 06, 2011

El nombre de la revista será 'Horror Vacui'






Por Rodrigo Antezana Patton


Se podría decir que es parte de mis 'resoluciones de año nuevo'. Se podría decir; aunque no sea exactamente eso. Igual da, ahí les va el asunto.



Este año, 2011, voy a publicar una revista, asegurado, de forma trimestral. El nombre de la revista será 'Horror Vacui', con el lema: 'Hablando en el silencio'--aunque 'hablando en silencio' queda regio, pues, deja la idea a un lado. Los temas que tocará la revista serán: narrativa (cine, literatura, historieta, juegos electrónicos), libros (bibliofilía), y nota sobre historia (estilo periodístico, o narrativo). También puede que se publique algún cuento. La revista tendrá 40 páginas, sí o sí. La idea es hacer una impresión en compu, de calidad, y sacar fotocopias para los interesados. El precio será de 10 Bs.



Este formato de revista 'A duras penas', busca ser un encuentro entre las fanzines y las revistas de verdad. Veo mucho gasto, poco producto. Hay que ganarse al público, adaptarse, ver qué gusta, qué, no. Si llega a tener una circulación de más de 300 ejemplares, pues, recién entonces se hará uso de las imprentas (y la idea es bajarle el precio, de 10 a menos).



Hay personas que no podemos evitar 'vivir escribiendo', y los espacios se reducen, entonces, pues, hagamos nuestros propios espacios. Barato, chico, humilde, y veamos poco a poco si llegamos a un público mayor. Y para eso se tendrá que hacerse un buen trabajo. Ah, y las páginas tendrán que estar bien ilustradas... pa' eso está la red, che, o el trabajo original.



El cronograma de 'Horror Vacui' será finales de marzo, junio, septiembre, y diciembre. Ya saben, el costo de la fotocopia será de 10 Bs. Si hay 5 interesados pa' el primer número, ya es algo. Del primero, precisamente, me ocuparé yo, y ya, de entrada, solicito la colaboración de los interesados para los próximos tres números. (de acuerdo al resultado, y posibilidades personales, veré qué hago pa' el próximo año... pa' este, sí o sí, 4 ejemplares... claro, a menos que se venga un invasión extraterrestre, o, peor aun, cubana).



Creo que se debería explorar este formato con todo tipo de temas: historia (sólo de asuntos históricos, e historiografía), economía, política, fotografía, etcétera. Precisamente, como en una revista no pueden entrar todos los temas que están interesantes, pues yo pienso apoyar dos más, sobre la otra hablaré en otra ocasión, dependo de una respuesta, y ahora les informo sobre la primera.



Espero poder sacar otra revista más, de la que me nombro editor. El título de la revista será: 'Jinetes del apocalipsis', con el lema: 'Cualquier problema es superable, si se lo enfrenta e identifica'. La revista buscará hablar de todos los problemas que tenemos, y que tendremos: superpoblación, ecología, pobreza, desastre económico, desertización, etcétera. La idea de cada nota será presentar el problema, y siquiera especular una solución. Mismo formato, mismo costo. La idea es que esté lista pa' finales de Abril y Octubre; pero depende si puedo conseguir suficientes notas como para hacer 40 páginas. Si bien la sociedad actual está bastante idiota, pues, mejor hora para introducir siquiera la voluntad de reconocer los problemas que tenemos, caramba.



Por una, me comprometo, la segunda depende de la ayuda que encuentre... por el momento estoy optimista.



Saludos a todos.

miércoles, enero 05, 2011

“Desquiciados, maníacos, diferentes” : Lo nuevo de Jaime Nisttahuz






Nisttahuz, ajuste de cuentos (o reseña de su libro “Desquiciados, maníacos, diferentes”, de la editorial Correveidile)


Por Ricardo Bajo H.

Jaime Nisttahuz escribe en primera persona. La de un viejo verde, con un estilo escueto y directo para retratar la cotidianeidad de su universo narrativo: oficinas, funcionarios, culos, chequeadores infieles, asesinatos, pistolas, viajes y secretarias cachondas. Y trago, plomeros, hogares aburridos, barrio, puestos de libros en el callejón y noches paceñas de alcoholes y mujeres. “Desquiciados, maníacos, diferentes”, su nuevo libro de cuentos publicados por la editorial Correveidile, nos trae de vuelta las dosis habituales y características de humor sarcástico, de “ajuste de cuentos” con el pequeño microcosmos de la literatura boliviana, de pesimismo existencial, de retrato del hastío, de nostalgias y sexo, mucho sexo.

El humor (“Mi mujer hizo el famoso locro, demasiado nombre para una sopa de pollo con huevos entremedio”) es un rasgo de la literatura de Nisttahuz, salpicado siempre por los paceñismos inconfundibles como ése que dice “vamos a heladearnos un cacho” en las tardes soleadas de La Paz. El humor irónico, negro, “sui generis” de Nisttahuz casa con su visión machista del mundo y con su tono políticamente incorrecto: “¿Rosemery se llama tu perra? Sí. Debes estar vengándote de alguna mujer. Al contrario, es para recordarla cada vez que ladra”. O este juego de palabras, otro rasgo identitario: “Creo que todos, y especialmente las mujeres, se dan cuenta que Rosángela me domina y que la amo como adolescente. Dicen con sarcasmo que padezco cirrrosis, porque siempre respondo: Sí, Rosy”.

Nisttahuz, viejo pícaro, aprovecha también para cobrar. Para cobrárselas a “la mayoría de los bolastristes de nuestros narradores bolivianos”. Especialmente en relatos como “Jurados” o “Carta abierta”.”Hay jurados tan autosuficientes, que lastiman la sensibilidad. Bobiano Sobrani solía reiterar: Puedo escribir un libro de poemas como éstos en un fin de semana. Se refería a los presentados en un concurso. Y es cierto: en todos los libros que ha publicado Sobrani, no he encontrado un poema o un cuento que se pare. Debe haberlos escrito en un fin de semana. Debe pagarse a quien conforma un jurado. Pero como hay tanto figurón que se ofrece gratis, entre ellos la Chancha , los entendidos están jodidos. No requieren sus servicios. Los premios resultan así, cualquier cosa”.

Pero antes del humor y las autoreferencias al mundillo literario de cada día, está el sexo hedonista. Un erotismo a flor de piel, esencialmente “felliniano”, de culos grandes y pecados de motel. En la mayoría de los 33 cuentos que componen “Desquiciados, maníacos, diferentes” se cuela una cerveza, un singani, una oronda silueta femenina, bajando o subiendo las escaleras, entrando o saliendo del bar o la oficina, paseando. Nisttahuz considera el cuento como una reflexión o una incitación a reflexionar, capacidad que lamentablemente se dispersa en la novela”. Si esto es así, los cuentos de Nistthauz invitan al deseo, como “modus leyendi”.

Y extrañamente paralelo a este canto al goce, al placer (o quizás porque éste es usado como escapatoria, como fuga de un mundo plano y sinsentido) la literatura de Nisttahuz se hunde como honda amargura en un pesimismo cotidiano dominado por pistolas, muerte, conflicto, nada, violación, ultraje. Sexo y muerte, en un guiño “passoliniano” para que el viejo verde y pícaro despierte soñándose que sigue vivito y coleando.

martes, enero 04, 2011

“No volveré a querer. La Historia de Los Taitas del Beni”, de Edson Hurtado




El libro narra la historia de la formación del grupo, sus primeros discos -fueron el primer conjunto beniano en grabar uno- el trágico suicidio de Maya Tanaka, su vocalista, y otros sucesos.

Edson Hurtado, cuenta los episodios más controversiales de este grupo, que aún hoy en día es respetado y venerado. Hurtado ha realizado casi una docena de viajes a Trinidad, Riberalta y La Paz, para obtener más de 50 horas de entrevistas, recopilar documentos y fotografías, y reunir material bibliográfico sobre la música oriental y sobre Los Taitas, en particular.

“No volveré a querer. La Historia de Los Taitas del Beni”, es una biografía (género literario poco habitual en la literatura nacional) pero también es un análisis poético de las composiciones que Los Taitas interpretaron, así como un rescate de la música popular y un aporte para la historia musical del país, para su memoria y su gente.

El libro incluye fotografías de los miembros del grupo, en distintas presentaciones y en distintas épocas. Resaltan de sobremanera una en la que acompañan al Jorge Cafrune, folklorista argentino que visitó Trinidad y con quien compartieron escenario. También sobresale la fotografía en la que acompañan a Los Panchos, su gran influencia, en una de las visitas que realizaran al Beni en los setenta. Además, a la publicación acompaña un disco con una selección especial de diez canciones que representan sólo una parte del legado musical de Los Taitas.



Fuente de la informacion : (AlmaZen | Revista Cultural,Antonio Dávila )

lunes, enero 03, 2011

Academia Europa



La novela Academia Europa cuenta la historia de Tony, un adolescente, quien es amante de la música y un recurrente internauta. Además, narra la vida del misterioso Michael Carver, fundador de la Academia Europa.

La obra muestra ese difícil trayecto de Tony, quien quiere derrotar al miedo. Además, él se entera y descubre la historia de Michael, de su amor profundo por una mujer y las razones por las que se convirtió en un misterio.

domingo, enero 02, 2011

Manuela, mi amable loca : Novela de Carlos Hugo Molina




Desde siempre nos han dicho que la creación de Bolivia fue un acto de engaño y zalamería. Las cartas que se incluyen en este epistolario clandestino del Libertador, demuestran lo contrario. El narrador de Manuela, mi amable loca…ha descubierto, gracias a ellas, que el país que lleva el nombre del Libertador nació, como todos los hijos bien queridos, del amor entre un hombre y una mujer.

sábado, enero 01, 2011

Loén: Un mundo amazónico olvidado





Las obras de esta antología, ahora compiladas por primera vez en un solo volumen, fueron publicadas en varios formatos, idiomas y países durante las últimas tres décadas. Esta compilación resume una parte fundamental de la creación de Nicomedes Suárez Araúz: su poesía y narrativa ambientadas en su pueblo apócrifo de Loén, las nociones de la amnesia como premisa creativa en las artes (Amnesis), y su propia obra basada en Amnesis. Como dijo el poeta y crítico Rubén Vargas, su creación “…es toda una literatura, en el sentido en que en ella se entraman la invención, la reflexión y la investigación”.
Es una propuesta original y hermosa, que ha sido comentada por varios personajes importantes del ámbito cultural mundial, por ejemplo, Jorge Luis Borges dijo al respecto, en 1983:
“Afirmar que Nicomedes Suárez es un escritor mítico genuino no es un elogio baladí. Concebir de los sueños, mitificar, es la cualidad primordial del verdadero escritor. Otra es trascender la mera ingenuidad, crear, como él lo hace, con la imaginación”.
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