martes, diciembre 04, 2012

Isabel Mesa: “soy amante de la literatura infantil”



Por Mauricio Murillo

La escritora boliviana obtuvo la mención de honor en un premio internacional de literatura infantil y juvenil que se realizó en Perú. Hace pocos días los miembros del jurado del Primer Premio Latinoamericano de Literatura Infantil, organizado por la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil, decidieron otorgar la primera mención de honor en la categoría Juvenil a la novela Fábula Verde de Isabel Mesa de Inchauste. Apropósito de este reconocimiento internacional, Fondo Negro conversó con la autora.

 —¿Cómo te enteraste de este concurso y por qué decidiste participar?

 La convocatoria llegó a través de varias revistas virtuales de literatura infantil a las que tengo acceso, como Imaginaria y Mangrullo de la Argentina, y también a través del blog que tiene la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil. Decidí participar porque tenía una novela que estaba a medias y los requisitos de la convocatoria encajaban con este libro. Además, un concurso te obliga a terminar algo a lo que a veces le das largas. Te obliga a introducirte en la novela a tiempo completo para enviar tu trabajo dentro de una fecha límite. Por supuesto que también lo envías con la esperanza de ganar. El fallo del jurado fue una sorpresa, porque yo terminé la obra en un viaje que hice a Sucre, un día antes de la fecha límite y me parecía que, de pronto, la novela no estaba del todo pulida.

 —¿Qué significa para ti obtener esta mención internacional?

 Ha sido una gran alegría, pero sobre todo un gran desafío. Es muy difícil competir con escritores consagrados dentro de la literatura infantil o juvenil latinoamericana de la talla, por ejemplo, de Edna Iturralde (Ecuador) o de Aramis Quintero (Cuba), que también participaron en este concurso. Por otro lado, el mensaje que el jurado me da a mí como escritora es que la obra es buena y por eso recibe una mención y una recomendación para su publicación. Creo que ese mensaje a cualquier escritor le da un gran impulso para seguir adelante. —

¿De qué trata tu novela Fábula verde? ¿Cómo está constituida? ¿Cuáles son sus búsquedas?

 Fábula verde es una novela de ciencia ficción ambientada en una ciudad del futuro en la que tanto animales como plantas han desaparecido del planeta y donde la tecnología es lo central. El gerente de una editorial que produce libros electrónicos decide lanzar al mercado un libro de fábulas que sería el boom comercial de ese momento, pues la gente está deseosa de conocer a estos seres inexistentes. De esa manera, exige a sus editores encontrar esas historias en un mundo en el que no hay un solo indicio sobre cuentos de animales. Los protagonistas, una pareja de editores jóvenes, lanzan anuncios por todos los medios hasta que reciben la sorpresiva visita de cinco animales andinos dispuestos a contar sus historias desde la época en que fueron creados por los dioses, ya que su misión es difundir esos cuentos para que la gente los recuerde como deidades andinas y amazónicas. Pero la historia de pronto se convierte en una aventura de persecución de estos animales que no saben que tienen un valor incalculable en este mundo gris de hormigón armado y tecnología. Paralelamente, y acorde al tipo de literatura que hago, hay una seria investigación que rescata las fábulas indígenas recopiladas por todos los cronistas de los siglos XVI, XVII y XVIII; además, también el rescate de fábulas más conocidas en la actualidad cuyas raíces no van más allá de la primera mitad del siglo XX.

 —Hablando de tu obra, ¿por qué optaste por la literatura infantil? ¿Qué encuentras en este género que no te brindan otros?

 Soy una enamorada de la literatura infantil y juvenil. Me parece que es un género poco explotado en Bolivia y en el que hay mucho que hacer. La literatura infantil conforma los primeros peldaños de la escalera que un ser humano debe remontar para llegar a comprender la literatura de adultos. Como en todo, no podemos pretender ser buenos lectores si no tenemos un bagaje previo que nos prepara en el campo de la abstracción, de la comprensión, del humor, del doble sentido, del placer de leer. Creo que escribo literatura infantil porque al ser maestra estoy involucrada en el mundo de mis lectores; conozco sus intereses, sus juegos, sus curiosidades, la forma de hablar y de comunicarse. Hacer literatura de adultos nunca me ha llamado la atención, aunque me encanta leerla. ¿Cuáles son tus influencias literarias más importantes, ya sea en literatura infantil o en general? Creo que antes que lo literario, está en mí el alma de historiadora e investigadora que es una influencia que la aprendí en casa, junto a mis padres y hermanos. Como influencias literarias están muchas obras, sobre todo de aventura. Entre los clásicos está Verne, Sir Arthur Conan Doyle con Las aventuras de Sherlock Holmes, Walter Scott con Ivanhoe, Daniel Defoe con Robinson Crusoe y Charles Dickens con Oliver Twist y Cuento de Navidad. Entre los escritores actuales, Arturo Pérez Reverte fue clave con la saga de Las aventuras del Capitán Ala Triste. Demás está decir que amo la magia y la fantasía que encontré en todos los cuentos de hadas de los hermanos Grimm, Andersen y Perrault, y por supuesto en un libro maravilloso como El Principito.

 —¿Qué escritores importantes bolivianos crees que es necesario nombrar al momento de hablar de literatura infantil?

En cuanto a literatura infantil, para los más pequeños, habría que nombrar a Verónica Linares. En la edad de 10 a 12 años, Rosalba Guzmán y Gigia Talarico. En juvenil, Carlos Vera Vargas y Gaby Vallejo. En el tema mitológico y de comunidades indígenas, Liliana De la Quintana. 1998 En este año debutó Mesa de Inchauste en el mundo literario con su libro La pluma de Miguel.

 Dice Isabel Mesa sobre la lectura: “La literatura infantil conforma los primeros peldaños de la escalera que un ser humano debe remontar para llegar a comprender la literatura que llamamos de adultos. Como en todo, no podemos pretender ser buenos lectores si no tenemos un bagaje previo que nos prepara en el campo de la abstracción, de la comprensión, del humor, del doble sentido, del placer de leer”.

lunes, diciembre 03, 2012

María del Rosario Barahona conversa con Ecdótica




Por Marcelo Paz Soldán

María del Rosario Barahona Michel (Sucre, 1974) es la reciente ganadora del Premio Nacional de Novela en su catorceava versión. Realizó sus estudios de narrativa en la Universidad Andina Simón Bolívar, publicó cuentos y reflexiones en el suplemento cultural Puño y Letra del Diario Correo del Sur de Sucre. María del Rosario ya fue finalista del Premio Nacional de Novela el 2004 con su novela Huésped que fue publicada por editorial Pasanaku, con el auspicio del Gobierno Municipal de Sucre y la Casa de la Cultura de esa ciudad. Junto a Máximo Pacheco Balanza que fue ganador de la doceava versión con La noche como un ala se constituyen en los dos chuquisaqueños en haber logrado ganarla. Ella, asimismo, fue finalista de la V versión del Concurso Plurinacional de cuento “Adela Zamudio” que cuenta con el auspicio del Gobierno Municipal de Cochabamba. Rosario, gracias por acceder a conversar con nosotros;

¿Cómo te sientes? ¿Qué se siente haber ganado el Premio Nacional de Novela que auspicia el Ministerio de Cultura?

Me siento muy honrada. Agradecida a Dios y también con los jurados y periodistas, que fueron muy generosos con sus apreciaciones para conmigo. Por otro lado, también me siento aliviada pues me significaba una tensión constante pensar en el premio y cómo estarían llevándose a cabo el proceso, qué estarían pensando los jurados, qué impresiones tuvieron sobre mi obra, qué tipo de novelas se habrían presentado… es decir, mil preguntas me rondaban la cabeza.

Tú ya has publicado Huésped (2010) con el que fuiste finalista del Premio Nacional de Novela el 2004 e Historia del Hospital Santa Bárbara (2009) y fuiste finalista con el Cuento “Cuando tus palabras resonaban armadas” (2011) del Concurso Plurinacional de Cuento Adela Zamudio del municipio de Cochabamba. Tus novelas y cuentos tienen un trasfondo histórico, ¿Has continuado con esta línea con la novela que has ganado el premio?

Creo que más que trasfondo, en realidad es un fondo histórico. Lo digo en el caso de “Cuando tus palabras resonaban armadas” que es un cuento basado en hechos históricos reales que se dieron en la Bolivia de los años sesenta del siglo pasado. Lo mismo ocurrió con esta novela hoy ganadora. Es una novela histórica, ambientada en un Charcas dieciochesco, me gusta pensar que uno de los protagonistas de la novela es Chuquisaca, o la ciudad de La Plata, pero al final el lector tiene esa decisión.
En el caso de la Historia del hospital Santa Bárbara, este trabajo entra en el ámbito de la investigación histórica y no precisamente en lo literario.

 ¿Cuál es el título? ¿Cuéntanos un poco de que trata? ¿Te ha tomado mucho tiempo escribirla? ¿Has investigado mucho para poder publicarla?

 La novela titula Y en el fondo tu ausencia, como te lo figurarás evoca poesía, hundimiento, luz y sombra. Si me preguntan el porqué del título, primero debo confesar que cuando comencé la novela no tenía ni la más mínima idea de cómo se iba a llamar. Por eso digo que fue una novela exigente, muy demandante pues fue ella quien casi tomó vida propia y me sugirió, es más, me impuso las ideas precisas. Algunos periodistas me preguntaron: ¿dónde o cómo encontró la historia?, yo respondí que no, todo lo contrario, la novela me encontró a mí. Sus personajes resurgieron desde el contexto cortesano y dieciochesco virreinal, me hablaron a través de su tinta en fondo sepia. Así fue transcurriendo el proceso inicial de escritura. Por un momento, pensé en llamarla “Mira mi desnuda procesión” porque la trama es en realidad ésa, el recorrer una procesión que llevas por dentro, recorrerla en las venas desnudas, con la verdad en la mano, de frente, sin escaparte de tu realidad. Pero pronto me decidí por “Y en el fondo tu ausencia” porque sugiere más diciendo poco, porque una procesión, en el fondo, es la tristeza infinita por la ausencia de alguien, de algo, o lo que es peor, de la suma de ambos. Aunque escribir la novela me tomó dos fugaces meses, el proceso de reescritura y corrección me tomó tres largos años. A veces quisiera ser más indisciplinada y libre, pero soy todo lo contrario: maniática y perfeccionista, así que en esos tres años sufrí la corrección de mis propios textos. Como te imaginarás, investigué bastante para escribir esta novela, aunque lo curioso es que la novela no era mi objetivo inicial, sino otro. En 2009, como alumna del Dr. William Lofstrom – historiador estadounidense radicado en Sucre- se me encomendó un trabajo: realizar una biografía histórica sobre un personaje del siglo XVIII, en base a fuentes primarias del Archivo y biblioteca Nacionales de Bolivia. En aquella ocasión, me tocó investigar al Padre Josep de Suero González y Andrade, asturiano de ascendencia, y relacionado con la élite religiosa y civil tanto de Potosí como de La Plata. Estudiando la documentación respectiva a su vida, pronto me percaté que estaba estrechamente vinculado a las hijas del Dr. Manuel de Gil, rector que fue de la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca. En primera instancia no comprendía bien cómo se habían dado los hechos, pero los papeles me lo revelaron más tarde. Es así que surge la idea de novelar la vida de estas personas, que como ya supondrán, existieron realmente. Si bien los personajes y lugares son reales, el elemento ficcional juega a la hora de dar vida “conciencial” a los personajes, en medio de una profusa dinámica intimista que parece no tener fin. Por eso la novela termina con una palabra: Amén. Así sea, punto final. Eso quise expresar.


El hecho de vivir en Sucre te da la opción de poder investigar sobre la materia que escribes. El acceso a los documentos históricos es vital para tu trabajo.

 Sí, en el caso de Y en el fondo tu ausencia, acceder a los documentos se tornó lo esencial. Y no sólo a documentos primarios, sino a bibliografía de apoyo. De allí que tuve que leer a los especialistas, como los historiadores Eugenia Bridikhina y Nicholas Robins. Evidentemente, el hecho de vivir en Sucre, me facilita el trabajo, tanto en la investigación histórica como en lo literario, aunque hay que saber separar bien las cosas. El trabajo de investigación de la historia es científico, el literario no precisamente.


Sucre es considerada la ciudad cultural más importante del país, pero tiene una sola librería, La Rayuela. ¿Por qué sucede esto? Cómo accedes a libros que quieres leer?

Bueno, primero hay que decir que puede ser que Sucre sea la ciudad cultural más importante debido a la cantidad y calidad de las actividades culturales de distintos espacios culturales como el ABNB, el ICBA, etc. Sin embargo, deja de ser cultural cuando faltan las oportunidades y los alicientes, falta que se apueste por lo literario. En Sucre, por ejemplo, no hay un concurso literario como en Cochabamba, por ejemplo. Es hora de que las instituciones tomen cartas en el asunto, lancen becas, convocatorias a concurso (con premios en metálico) y que de una vez, se tome en cuenta la pluma de los chuquisaqueños. Si bien La Rayuela es una librería única en la ciudad- por lo menos donde se venden libros originales y no piratas- se constituye en un espacio que satisface con creces a los lectores y buscadores de libros porque allí se puede encontrarlos. Sin embargo, si por algún motivo alguien no encuentra un determinado libro, la Biblioteca Nacional está a disposición y también la Biblioteca Gunnar Mendoza.

 Qué consideras más importante al momento de ganar el premio, ¿el reconocimiento económico que trae el premio ya que son 89.300 bolivianos o el reconocimiento que esto trae para tu carrera como escritora? ¿Cuáles son tus planes a futuro ya que estabas trabajando en una novela sobre el último grupo libertario de mayo de 1809?

Ha habido un giro en esto último. Aquella novela de tiempos independentistas que tenía en mi imaginación, por ahora queda en la mesa de trabajo, pues como te imaginarás, debo investigar mucho para escribirla y eso requiere tiempo, que es lo que menos tengo ahora. Si tengo en mente algún otro trabajo es una novela sobre la Bolivia en tiempos de dictadura. Por supuesto, esta idea la extraigo también a raíz de mis estudios históricos, pues mis tesis de licenciatura trata sobre los procesos histórico-políticos a través de la historia de un importante partido: el MIR. Veremos qué sale de esto. Por último, respondiendo tu pregunta: si bien el premio en efectivo es interesante y se constituye en una motivación para que otros y principalmente otras se animen a escribir, creo que es importante el reconocimiento y todo aquello que mencionas, pero en mi caso tengo que lidiar con un problema extra en este aspecto: soy irredimiblemente tímida. Gracias.

Fuente: Ecdótica

domingo, diciembre 02, 2012

Novela histórica gana el XIV Premio Nacional



Por Claudia Gonzales Yaksic

La novela histórica “Y en el fondo tu ausencia”, de la chuquisaqueña María del Rosario Barahona Michel, ganó el XIV Premio Nacional de Novela, dotado con 89.300 bolivianos y organizado por el Ministerio de Culturas, la Embajada de España y la Agencia Española de Cooperación Internacional; la Red ATB, el Banco Sol, BBVA Previsión y editorial Santillana con sello Alfaguara. Durante la conferencia de prensa realizada en el Ministerio de Culturas, la presidenta del jurado, Dora Cajías, dio a conocer el fallo del jurado asegurando que “la novela se distingue por su coherencia estética, correcto uso del lenguaje, a través del cual rescata una época perdida entre la Colonia y la Independencia” y logra construir –con una narrativa poética– una historia conmovedora y verosímil, según informó el Ministerio de Culturas.

 El jurado calificador estuvo conformado por personas de reconocida trayectoria literaria y periodística, el caso de Dora Cajías Villagómez, Juan Cristóbal Soruco, Luisa Fernanda Siles, Rodrigo Urquiola Flores y Julieta Caballero Osio. Sobre la obra ganadora, su autora, María del Rosario Barahona, dijo a Los Tiempos en una entrevista que “Y en el fondo tu ausencia” “es una novela histórica, ambientada en un contexto del Charcas dieciochesco. Trabaja un conjunto de voces interiores –y otras que no lo son tanto– que van tejiendo dos historias que, aunque no son paralelas, tienen mucho que ver una con la otra. Lo más interesante de todo es que la novela está basada en personas y lugares reales”. Barahona escribió esta novela en los últimos tres años y dice que “fue una experiencia muy exigente, demandante, agotadora y apasionante, por supuesto.

 El proceso de escribirla por primera vez se sujetó a que tuviera que escribirla por segunda vez y de allí, en más, reescribir y reescribir dentro de un proceso creativo que parece no acabar. Los escritores saben de lo que hablo, de ese frenetismo, esa obsesión casi psicótica y de ánimo perfeccionista”. María del Rosario envió su obra al concurso usando un seudónimo masculino y, consultada sobre el tema respondió: “Lo del pseudónimo es una interesante pregunta. Alguna vez leí en la prensa que Luisa Fernanda Siles (la única mujer ganadora del certamen hasta ahora) usó el seudónimo ‘El viejo’, cuando ganó con ‘El agorero de sal’. Bueno, no es que haya querido imitarla, pero comprendo sus razones: ser mujer y escribir es un doble desafío. Solamente hay que preguntarse por qué en Bolivia son los hombres los que más escriben. Esto amerita una reflexión, pues ya es hora de que las mujeres seamos más visibilizadas en el ámbito literario”. Barahona Michel vive en Sucre y tiene tres hijos: Jorge (18), Manuela (14) y Natalia (11) y según cuenta la noticia del premio la recibió “en medio de mucha confusión. Bajaba de mi coche cuando por accidente se encendió la alarma, así que no oía bien a la señora Ministra.

Tuve que preguntarle si no era una broma. Por supuesto, me dijo que no”. Con el importe del premio, piensa emprender sus estudios de posgrado y entre sus proyectos está escribir una novela sobre la Bolivia de las décadas de los 70 y 80, esto basada en su tesis de licenciatura que versa sobre la historia del Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

 “El trabajo está terminado, pero es una investigación científica, histórica en toda la extensión de la palabra”, asegura. Estudio, trabajo y obra María del Rosario Barahona nació en Sucre en 1973. Estudió Narrativa Contemporánea en la Universidad Andina y luego Historia en la San Francisco Xavier.

Actualmente es consultora independiente y trabaja para el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, en un tema vinculado al género y vida cotidiana en el siglo XVIII. En el ámbito literario tiene la novela “Huésped” (Sucre, 2010), el cuento “Cuando tus palabras resonaban armadas” (Cochabamba, 2011). También posee trabajos sobre historia.

sábado, diciembre 01, 2012

El premio de novela se va a Chuquisaca Ganadora: María del Rosario Barahona, con una obra que transcurre en la época colonial



Por  Adhemar Manjón


 La escritora chuquisaqueña María del Rosario Barahona Michel fue la ganadora del XIV Premio Nacional de Novela, con la obra Y en el fondo tu ausencia. El fallo del jurado fue leído ayer, en horas de la mañana, en instalaciones del Ministerio de Culturas, institución que organizó el evento. Este año, las obras participantes fueron 51. Sobre el libro ganador, el jurado escribió: “Destaca por su coherencia estética, su correcto uso del lenguaje, el cual rescata una época perdida entre la Colonia y la independencia”, y al final dijo: “La narrativa aborda una dimensión poética que logra construir una historia conmovedora y verosímil”. Barahona, de 34 años, se mostró muy contenta con el premio, y también sorprendida: “Es algo que no me esperaba. El haber ganado es algo muy importante. El hecho de participar y ganar un premio así siempre te pone muy bien”, dijo la ganadora. María del Rosario explicó a EL DEBER que la trama de la novela está ambientada en el siglo XVIII: “El lenguaje que utilicé para escribirla es muy distinto al que utilizamos hoy, y el pensamiento también, obviamente”. Al ser un texto con fondo histórico, Barahona detalló que le tomó tres años finalizarla, debido a las constantes escrituras y rescrituras, así como también la verificación de datos para hacer una historia verosímil. La escritora, al explicar sus influencias, mencionó a escritores clásicos como Flaubert, Dovstoievsky y Kafka, “pero con franqueza, debo confesar que me considero una hija del realismo mágico. No me canso de leer a Gabriel García Márquez”, acotó la historiadora de formación académica. A pesar de que ya fue finalista en 2004 en este mismo concurso con la novela Huésped, Barahona no es muy conocida en la literatura boliviana. “Bueno, para empezar no tengo Facebook”, bromeó, “además no he producido mucho en cuanto a ficción. Aparte de mi novela Huésped, recién publicada en 2010, solo tengo otro cuento, que fue finalista en el Premio de Cuento Adela Zamudio”, finalizó la narradora.

 Datos

 Seudónimo. María del Rosario se presentó como Un hombre corriendo tras el viento de Illimani.

 Jurado. Dora Cajías, Juan Cristóbal Soruco, Rodrigo Urquiola, Luisa Fernanda Siles, Julieta Caballero. 

Estudios. Cursó Narrativa Contemporánea en la Universidad Andina, luego, Historia en la San Francisco Xavier. María del Rosario es divorciada y madre de tres hijos.

 Trabajo. Realiza consultorías independientes de Historia. Actualmente desarrolla un tema de género en el siglo XVIII y principios del siglo XIX, en el espacio platense.

 Paisano. Su coterráneo, el narrador Máximo Pacheco ganó el Premio Nacional de Novela en 2010, con la obra La noche como un ala.
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